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El proceso de la agencia acaba de empezar, no solo a nivel creativo desde que llegué hace menos de diez meses, sino que además Tribu DDB no lleva más de dos años en el mercado. Aún así creo que hemos tenido un muy buen comienzo, una de las muchas ventajas de pertenecer a una red como DDB latina y Tribu en Centroamérica, es que contás con un gran apoyo regional en cuanto a creatividad, planning y un sin fin de credenciales que ofrecen respaldo y seriedad a los clientes. Hemos ganado algunas cuentas, tuvimos la fortuna de hacer el relanzamiento de Estrella Azul, una marca muy importante para los panameños y poco a poco empezamos a mostrar nuestro trabajo creativo.
Hoy, en Tribu DDB Panamá estamos trabajando, generando un nuevo aire de ideas entre los clientes que tienen contactos con nosotros y quieren buscar algo diferente a lo que han estado comunicando todos los años. Por ahora, el primer y mayor reto es crear un gran equipo de trabajo que tenga las mismas ganas y el hambre de sacar la agencia adelante; ya está superado. En Tribu DDB Panamá, el objetivo es claro: no solo
hacer crecer el negocio, sino empezar a sonar internacionalmente en festivales. Nosotros le apostamos duro a la creatividad y la idea es ser la primera agencia panameña en ganar en Cannes Lions. Todo complementado obviamente de buenas actuaciones en otros festivales internacionales y regionales.
Nací en Miami, trabajé varios años en Colombia y aunque llevo menos de un año en Panamá, he podido ver que el país crece a un ritmo acelerado pero que lo hace de una manera desordenada. Aún así, no me cabe la menor duda que en diez años este país será uno de los centros empresariales más importantes de Latinoamérica. Es además una ciudad que año tras año cuenta con una alta inmigración de culturas de diferentes lugares del mundo.
Panamá es el perfecto ejemplo del pensamiento "si ha funcionado antes, no hay por qué cambiarlo" y te cruzás con clientes que lo siguen a la perfección. Estamos aún en una etapa donde lo que se ha venido haciendo durante veinte o treinta años se sigue haciendo y son pocos los clientes que quieren salirse del formato tradicional y hacer cosas diferentes. Tenemos un gran desafío como agencia con nuestros clientes, no solo de llevarlos de la mano hacia el mundo digital y todos sus alcances, sino a la vez ponerles a su disposición alternativas de comunicación no tradicionales que puedan causar disrupción y un alto impacto. Creo que Panamá está en un momento clave, donde sí o sí debe hacer el salto y estar al nivel de los países que mejor están de la región. Sucede que Panamá no tiene una industria completamente abierta a la creatividad y salvo una o dos agencias no vemos buena participación en festivales internacionales. Pero creo que todos debemos marcar la pauta y lograr que otras agencias competidoras se abran a creatividad para no quedarse atrás y empiecen a ofrecerla a sus clientes.
Uno de los fenómenos que enfrenta el mercado panameño es que, siendo un país con empresas de tanto dinero, el porcentaje destinado a publicidades es muy bajo. Esto sucede porque aún la ven como un gasto y no como una inversión, claramente hay excepciones, pero esto ha hecho que en Panamá no hablemos casi de grandes proyectos, sino de muchos pequeños proyectos. También es cierto que los presupuestos bajos han cread un auge del BTL pero a causa de una industria creativa no consolidada, la innovación en estos medios es prácticamente nula. Por otra parte, creo que la región centroamericana hizo un buen papel en El Ojo 2011, pero pienso que va a ir mejorando cada año, si la industria creativa de la región sigue creciendo como lo está haciendo. Para nosotros El Ojo es el festival más importante a nivel región, y es un verdadero medidor que no se empeña en premiar agencias argentinas y brasileñas, sino el trabajo merecedor sin importar de qué país venga.