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Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 nuevamente en duda por la pandemia
(22/01/21). Tras la suspensión en marzo de 2020 a causa de la crisis sanitaria mundial provocada por el coronavirus se estableció el 23 de julio de 2021 para dar inicio a los XXXII Juegos Olímpico en el Estadio Olímpico de Tokio, sin embargo ante la evolución de la pandemia el gobierno nipón y el presidente del Comité Olímpico, Thomas Bach, adelantaron que no hay plan B para el evento.
La evolución de la pandemia en Japón no fue favorable para el país, en el inicio del año declaraba el estado de emergencia por un mes ante una tercera ola de Covi-19en Tokio y su periferia donde residen aproximadamente 37 millones de personas, la que concentra la mayor parte de nuevos casos registrados a nivel nacional
Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial (Helsinki 1940 y Londres 1944), los Juegos Olímpicos serían cancelados, y saltarían directamente a celebrarse en París en 2024 y posteriormente en Los Ángeles en 2028. “Los Juegos Olímpicos de Tokio tendrán que cancelarse debido al coronavirus, y el enfoque ahora está en asegurar los Juegos para la ciudad en el próximo año disponible, 2032″, señala un artículo publicado el periódico The Times que indica que hay acuerdo entre los principales sectores políticos de la nación asiática para impulsar esta idea. La decisión es casi un hecho y en privado señalan que Tokio 2021 está condenad. "Nadie quiere ser el primero en decirlo, pero el consenso es que es demasiado difícil. Personalmente, no creo que vayan a celebrarse", afirma un supuesto alto miembro del gobierno japonés a 'The Times'.
La resolución parece también haber contemplado la pesimista opinión de la población japonesa, la cual en una reciente encuesta realizada por Kyodo News señalaba que el 80% de los ciudadanos nipones creen que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio deberían cancelarse (35,3%) o reprogramarse (44,8%).
Ahora queda analizar cómo se procederá con los patrocinadores para quienes el gobierno de Tokio había lanzado un programa de marketing dirigido especialmente a empresas de alta tecnología y fintech alegando que los juegos son una oportunidad para mostrar sus productos. Los planes para la competición incluyen desde el uso de autobuses de pila de combustible para transportar espectadores -suponiendo que los haya-, medallas fabricadas a partir de material tecnológico reciclado, hasta medidas para hacer que la ciudad sea neutral en carbono. Con estas acciones había logrado que los 68 patrocinadores nacionales acuerden mantener sus contratos y aportar 210 millones de dólares adicionales en tarifas de patrocinio. Entre las marcas se encuentran las dos aerolíneas más grandes del país y otras empresas relacionadas con los viajes que se vieron gravemente afectadas por la pandemia.
