Los nuevos comerciales aparecerán en la parte inferior de la ventana, quince segundos después de que empiece el clip original. En cambio, desaparecen automáticamente -luego de diez segundos- si son ignorados. El usuario podrá cerrar el comercial, desatenderlo ó hacer click sobre él y mirarlo. Luego, el video original continuará desde el punto en el que fue abandonado. Aunque la medida haya generado quejas y amenazas de retirar contenidos de la página, el director de plataforma de medios para Google, Eileen Naughton, consideró que de esta manera “la publicidad es controlada por el usuario”. Las ganancias que dejen los avisos se dividirán entre los socios de Google y YouTube. Naughton dijo que los anuncios costarán U$S 20 por cada mil visitas que reciban. También, explicó que las publicidades serán dirigidas a los medios, horarios, regiones y perfiles demográficos que los anunciantes elijan. Hasta ahora, BMW, Ford y Warner Music Group son algunas de las marcas que ya compraron sus espacios publicitarios. Según estudios realizados, los usuarios se dirigen a los comerciales que aparecen sobre los videos, de cinco a diez veces más que a los banners. Desde que Google compró YouTube en noviembre pasado, había evitado invadir el sitio con publicidades, para no alejar a su audiencia. La estrategia ayudó a consolidar el liderazgo de YouTube como la mejor página de videos, aunque no explotaba su valor, valuado en US$ 1,65 billones. Ahora –en cambio-, desde Google dijeron haber encontrado la fórmula para sacar rédito con avisos, sin perder la fidelidad de sus usuarios.