El año 2024 quedará marcado como un período trágico para el medio ambiente boliviano. Más de 12.6 millones de hectáreas de bosque y Amazonía fueron consumidas por el fuego, afectando gravemente áreas protegidas, la biodiversidad y los territorios indígenas. La catástrofe no solo impactó la flora y fauna, sino también la salud de la población, debido a la densa capa de humo que cubrió varias ciudades, con Santa Cruz de la Sierra como la más afectada. En esta ciudad, el índice de calidad del aire (ICA) alcanzó niveles alarmantes de 261 microgramos por metro cúbico, poniendo en riesgo la salud de sus habitantes.

El biólogo Vincent Vos, miembro de la Universidad Autónoma de Bolivia (UAB), aportó datos igualmente alarmantes: más de 10 millones de animales, entre mamíferos, aves, anfibios y reptiles, perecieron en los incendios. Esta cifra refleja la grave negligencia estatal frente a la protección del medio ambiente y la fauna nacional.

Nómadas, reconocida por su periodismo de impacto en temas medioambientales y de derechos humanos, junto con la agencia 1947, desarrolló la campaña "Dedos" para exponer la mirada miope de las autoridades, quienes minimizaron las cifras y la magnitud de la tragedia. La campaña busca generar conciencia y exigir acciones concretas para evitar que eventos similares se repitan en el futuro.

Con "Dedos", la sociedad boliviana es invitada a no mirar hacia otro lado y a exigir responsabilidad y compromiso en la protección del patrimonio natural del país.