Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con el propósito de tomar conciencia y hacer visible la violencia ejercida contra las mujeres, y también de alertar sobre la desigualdad, la discriminación, los femicidios y las distintas formas de violencia que padecen las mujeres en todo el mundo. En los últimos años se sumaron a las mujeres en el reclamo lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersexuales y no binaries. La violencia de género es un problema social que debe ser respondido y visibilizado como tal. Es una jornada en la que año a año se promueven acciones e iniciativas por parte de diversas organizaciones a nivel internacional.
La historia de las hermanas Mirabal, es un símbolo de lucha contra la opresión y la violencia de género en América Latina. Estas tres mujeres dominicanas, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, fueron brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo, cuando regresaban de visitar a sus esposos, quienes estaban encarcelados por razones políticas.
En 1979, las Naciones Unidas consiguió la aprobación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. En 1981 se celebró en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió signar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres, en memoria de las hermanas Mirabal.
En 1999, la ONU declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en honor a las Hermanas Mirabal, quienes se convirtieron en un símbolo global de resistencia contra la opresión y la violencia.
La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y generalizadas del mundo. Como informa la ONU, se calcula que, a nivel global, casi una de cada tres mujeres han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida. En 2023, alrededor de 51.100 mujeres y niñas de todo el mundo murieron a manos de sus parejas u otros miembros de su familia. Es decir, se asesinó a una mujer cada 10 minutos. La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para la igualdad, el desarrollo y la paz, así como para el respeto de los derechos humanos.