Protagonista del Boom que posicionó la literatura latinoamericana del otro lado del Atlántico, su última aparición pública fue el 6 de marzo pasado en su casa del DF, para escuchar las mañanitas que cada año le cantan con motivo de su cumpleños. Días atrás el genial escritor colombiano había estado internado en una clínica mexicana a raíz de una neumonía, y sus allegados ya advertían que su salud era "delicada".
García Márquez había nacido en la caribeña Aracataca, pueblo de sus ancestros al pie de la sierra de Santa Marta, el 6 de marzo de 1927, adonde su madre Luisa Santiaga Márquez Iguará llegó sola desde el vecino poblado de Rioacha, pues su padre había jurado no volver jamás, aunque la familia terminó reuniéndose allí porque el deseo de ver al niño ganó al encono contra los suegros.
"El Gabo", como era conocido abandonó los estudios de Derecho en la Facultad de Bogotá y eligió vivir lejos de su país natal. En 1982 se alzó con el Premio Nobel de Literatura por sus relatos sobre las desventuras de un pueblito llamado Macondo (Cien Años de Soledad), ícono del Boom que dio cuenta de la convulsionada situación política del continente en los 60.
Aquella novela, que fue traducida a 40 lenguas y de la que se vendieron más de 30 millones de ejemplares, fue la que consagró a Gabo y con la que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos (Venezuela, 1969), el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Columbia (Nueva York, 1971), la Legión de Honor (Francia, 1981) y el Nobel de Literatura (1982).
Su amplia bibliografía se completó con títulos como "El amor en los tiempos del cólera", "El coronel no tiene quien le escriba", "Ojos de perro azul", "La hojarasca", "Los funerales de Mamá Grande", "Doce cuentos peregrinos", "Del amor y otros demonios", "Notas de prensa, 1980-1984", "Noticia de un secuestro", "Vivir para contarla" y "Memoria de mis putas tristes".
En octubre de 1994, García Márquez creó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, una escuela-taller para jóvenes periodistas, establecida en la ciudad de Cartagena de Indias, dedicado a su otra gran pasión, con el fin de estimular las vocaciones, la ética y la narrativa dentro periodismo.
García Márquez realizó permanentes manifestaciones a favor de los derechos humanos, repudió el racismo, las dictaduras militares y el crecimiento de la violencia en las sociedades, características que ayudaron a delinear su perfil, así como su estrecha amistad con el cubano Fidel Castro.
Fuente: Telam.