La campaña muestra una metáfora sobre cómo el mundo está dañado por la crisis sanitaria, económica y climática y cómo podrían sanarse esas cicatrices; y se inspira en la técnica artesanal milenaria japonesa, Kintsugi (de ahí el nombre de la campaña), que repara piezas rotas de cerámica buscando la belleza en el mismo proceso curativo.

El Ruso de Rocky se inspiró en la visión de la compañía, que cree que hay una manera distinta de hacer negocios, en la que cada uno de los proyectos puede impulsar el desarrollo sostenible desde soluciones como la energía, el transporte, el agua, lo social, lo financiero, lo inmobiliario o las ciudades.

“Que grandes empresas como Acciona apuesten por una recuperación sostenible es un mensaje que debe llegar a la gente. Saber que una multinacional con este peso tiene un compromiso tan fuerte es algo muy ilusionante a la hora de desarrollar una campaña creativa”, comentó Ángel Torres, Director Creativo Ejecutivo y Socio Fundador de la agencia independiente.

La campaña fue producida por Agosto, bajo la dirección de Gabe Ibáñez, y se emitirá en todos sus mercados estratégicos.