El 29 de septiembre, fecha en que se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, el Pacto Contra el Hambre inició una nueva campaña nacional para combatir el desperdicio de alimentos. Además de contar con la gimnasta Rebeca Andrade en material publicitario con producción de audio de S de Samba, la iniciativa trae dos grandes innovaciones realizadas en colaboración con la agencia Africa Creative: el Desperdiciómetro y una inteligencia artificial vía WhatsApp.
La TIA Contra el Hambre, una inteligencia artificial desarrollada especialmente para esta causa y que estará disponible en WhatsApp, funcionará como una asistente virtual para orientar a la población. Además de ofrecer consejos prácticos para evitar el desperdicio, TIA también sugiere recetas creativas a partir de los ingredientes disponibles en casa, mostrando que la tecnología puede ser una gran aliada en la construcción de hábitos más sostenibles.
El Desperdiciómetro, que estará disponible durante la campaña, mostrará información sobre la cantidad de alimentos desperdiciados durante la realización de determinadas actividades y se ubicará en lugares de gran circulación en las principales ciudades de Brasil. La idea es permitir que la población visualice la magnitud del problema de manera práctica, en situaciones cotidianas.
Según Juliana Plaster, codirectora ejecutiva del Pacto Contra el Hambre, "el desperdicio de alimentos es un desafío global que requiere soluciones innovadoras y, sobre todo, conciencia social", afirmó. "Con el Desperdiciómetro y TIA queremos no solo inspirar hábitos más sostenibles en el hogar, sino también movilizar a la sociedad para que se comprometa con esta agenda. Cuando los consumidores entienden la dimensión del problema, ejercen presión sobre empresas y gobiernos para cambios estructurales. Es esta combinación de decisiones individuales y fuerza colectiva la que puede acelerar la transformación necesaria", concluyó Juliana.
La campaña tiene como objetivo involucrar a consumidores, empresas y gobiernos en prácticas que reduzcan el desperdicio de alimentos y sensibilicen sobre el tema. Además de TIA y el Desperdiciómetro, contará con activaciones en diversos puntos del país, un filme publicitario y una amplia gama de contenidos digitales dirigidos a todo tipo de público.
La campaña también podrá verse el día 29 para quienes pasen por el Minhocão, en São Paulo, o en la Biblioteca Nacional, Brasilia. En estos lugares habrá proyecciones en edificios sobre el tema.
"Nuestro papel como agencia es usar la creatividad para generar impacto real. Con el Desperdiciómetro y TIA, queremos mostrar que comunicación y tecnología pueden ir juntas para transformar comportamientos. Cuando traducimos datos complejos en experiencias accesibles y cotidianas, logramos acercar el tema a la vida de las personas y crear movilización a gran escala. Ese es el verdadero poder de la creatividad: inspirar cambios urgentes y fundamentales", afirma Raphael Vandystadt, director de Sustentabilidad y Relaciones Institucionales de la agencia Africa Creative.
Un estudio realizado por el Pacto Contra el Hambre en colaboración con la consultora Integration muestra que 55 millones de toneladas de alimentos son perdidos o desperdiciados anualmente en Brasil en toda la cadena, desde el campo hasta la casa del consumidor, mientras que 64,5 millones de brasileños se encuentran en situación de inseguridad alimentaria.
Además de ser una contradicción en un país que aún sufre hambre, el desperdicio de alimentos contribuye a la crisis ambiental, impactando las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la descomposición de residuos orgánicos y aumentando la presión sobre los recursos naturales, como agua y suelo. Se estima que un tercio de todo lo producido en Brasil es desperdiciado o perdido, sin llegar a la mesa del brasileño.
Estimaciones del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) indican que cada brasileño desperdicia, en promedio, 77 kilos de alimentos al año. Una pérdida que también se siente en el bolsillo, ya que el costo anual estimado del desperdicio para una familia de tres personas en Brasil alcanza los R$1.603, valor superior al del salario mínimo.
El problema es global. Según la FAO, cada día se desperdician cerca de 1 millón de comidas. El costo total del desperdicio de alimentos en el mundo llega a 1 billón de dólares al año.
+ Info de la iniciativa en: www.instagram.com/pactocontrafome
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