Para celebrar la llegada del A390, el primer fastback deportivo 100% eléctrico de la marca, ALPINE y MAISON BETC PARIS defienden una convicción fuerte: la tecnología debe liberar a los humanos, nunca reemplazarlos.

Una película distópica

Concebida por MAISON BETC, la película se sitúa en un universo tecno-futurista y autoritario, donde la robotización y la automatización han absorbido todas las formas de libertad individual: movilidad autónoma, tráfico estandarizado y la desaparición total de los humanos detrás del volante.

En este mundo ultra-regulado, surge una anomalía: una mujer decide tomar el volante del nuevo Alpine A390. Un acto subversivo que va en contra del orden establecido en este mundo distópico. 

Este momento desencadena una experiencia casi sensorial, en total contraste con el entorno mecánico y uniforme que la rodea. Volver a ponerse detrás del volante le permite redescubrir la emoción, la agilidad y la ligereza que han definido a Alpine durante más de 70 años.

"En un mundo donde todo está automatizado, volver a ponerse detrás del volante se convierte en un acto de libertad. Queríamos mostrar el poder emocional de un gesto simple: conducir. El Alpine A390 encarna este redescubrimiento del placer frente a un futuro demasiado controlado", dice Nicolas Lautier, Director Creativo Ejecutivo en MAISON BETC PARIS.

Un nuevo capítulo para Alpine

El lanzamiento del Alpine A390 marca un paso decisivo para la marca. Al aventurarse en territorio inexplorado, demuestra que es posible explorar nuevos segmentos mientras se permanece fiel a sus principios fundacionales: colocar el placer de conducir en el corazón de la era eléctrica.

En un mercado donde la automatización tiende a borrar el toque humano, Alpine ha adoptado una posición única: permanecer como la marca para conductores utilizando la tecnología para mejorar la experiencia de conducción en lugar de reemplazarla. 

“El Alpine A390 abre un nuevo capítulo para Alpine, y esta película expresa nuestra convicción: la tecnología solo vale la pena cuando nos hace sentir vivos”, dice Patrick Fourniol, Director de Marketing en Alpine.

Una ambición cinematográfica sin inteligencia artificial

Dirigida por Nicolai Fuglsig (Wanda), la película adopta un tratamiento visual cinematográfico que combina acción en vivo e imágenes generadas por computadora. Desarrollada sin el uso de inteligencia artificial para un control perfecto y una calidad inigualable, la producción contó con el estudio de VFX The Mill para beneficiarse de la experiencia francesa que es envidiada en todo el mundo. 

El impacto visual se amplifica por la solemnidad del "Requiem" de Fauré, que da a la historia una dimensión casi sagrada.

La película se emitirá a nivel mundial en 2026 y en Francia a partir del 24 de diciembre en formatos de 30, 45 segundos y 1 minuto.