Apple estrenó su anuncio de Navidad para este 2025 con una pieza que reivindica la creatividad manual en un momento en el que el contenido generado por Inteligencia Artificial se suma en todas las plataformas.

El resultado es un anuncio que sitúa la artesanía como eje narrativo y estético, con un montaje que combina humor, musicalidad y una atmósfera invernal clásica. En línea con la filosofía “Shot on iPhone”, la pieza recuerda la capacidad del dispositivo para registrar producciones complejas, pero lo hace sin desplazar el protagonismo del factor humano. Apple estructura así otra campaña de Navidad en torno a una idea que repite de forma sostenida: la tecnología es relevante cuando amplifica la creatividad de quienes la utilizan.

El spot “A Critter Carol” (Un Villancico bicho), la marca presenta un coro de criaturas del bosque que interpretan una versión del tema “Friends”, de Flight of the Conchords, en un escenario construido físicamente y filmado íntegramente con un iPhone 17 Pro.

La campaña ha sido desarrollada por TBWA\Media Arts Lab, y dirigida por Mark Molloy, con producción de Smuggler. Se rodó en Praga y contó con el servicio de producción de Unit+Sofa.

Los nueve títeres, desde el curioso mapache hasta el gentil oso, están hechos a mano con prácticas técnicas artesanales y un arte meticuloso. La tipografía utilizada a lo largo de la campaña también está meticulosamente impresa a mano a partir de bloques de madera.

Tor Myhren, VP de Comunicaciones de Marketing de Apple, senaló: "Queríamos que los títeres fueran imperfectos, con pelaje enmarañado y un poco desgastados y sucios, como si hubieran estado en el bosque toda su vida. Hay algo identificable en eso y los hace más auténticos y entrañables".

El anuncio se caracteriza por su enfoque artesanal: Los personajes son marionetas elaboradas a mano y manipuladas por equipos de titiriteros, un recurso creativo que refuerza la cercanía del proceso. Mark Molloy sostiene que el objetivo era volver a un lenguaje visual basado en la imperfección explícita: “Quería abrazar la naturaleza táctil de la marioneta. Tenía muchas ganas de volver a la artesanía".