El piloto argentino, Franco Colapinto, es solo un ejemplo más de entre tantas que han sabido aprovechar el poder de los espacios digitales para llegar al corazón de la audiencia; fenómenos como Bizarrap o L-Gante, en la música, o incluso Milei en la política, han demostrado que la comunicación horizontal en las redes transforma las reglas en la comunicación, la conformación de identidad y la conexión emocional con el público objetivo.
Sus historias de ascenso, autenticidad y, en muchos casos, superación personal, han captado el interés de una audiencia joven y global que valora lo genuino y se siente inspirada por el éxito de estos íconos. “Para quienes nos dedicamos a la comunicación, son un ejemplo de que sostener las normas tradicionales ya no es suficiente y, para quienes quieren despegar con su marca, encierran las claves para acelerar a fondo y superar a la competencia: una estrategia de comunicación 360 que integre estas nuevas audiencias”, advierte Ariel Traverso, CEO de A Train.
En el ámbito digital, el fenómeno de estos personajes se multiplica; los formatos Instagram, YouTube, TikTok y Twitter, permiten una participación activa que potencia el alcance casi “sin hacer nada”. Colapinto logró trascender entre generaciones, juntando a los fanáticos de la F1 que esperaron 25 años para volver a ver un representante argentino con los nuevos interesados que encontraron en él un ídolo y que ahora conectan con un deporte que parecía alejado de la cultura popular.
¿Qué se generó? Un poderoso canal de contacto con un público heterogéneo y amplio, que no existía hasta el momento; abuelos y nietos, jóvenes y adultos, juntos, recibiendo el mismo mensaje y compartiendo un mismo interés, indica Ariel Traverso, y agrega: “La única forma de subirse a este fenómeno, por sus características únicas, es lograr una comunicación integral. Mercado Libre, Uber y Quilmes lo comprendieron, activaron una estrategia de comunicación con la velocidad y la aceleración que requiere esta carrera, como patrocinadores”.
En lugar de centrarse únicamente en el patrocinio tradicional, estas marcas desarrollaron campañas que integran contenido digital, medios tradicionales y estrategias de redes sociales para construir un vínculo auténtico con el público. Quilmes, por ejemplo, usa su imagen para reforzar su vínculo con los valores nacionales, y Uber y Mercado Libre aprovechan su perfil internacional y de innovación, utilizando a Colapinto como un embajador de marca que representa la movilidad y la conectividad en un sentido amplio.
El fenómeno Colapinto ilustra cómo las estrategias de marketing deben evolucionar para conectar realmente con una generación hiperconectada. Hoy, simplemente comunicar un mensaje no basta; hay que construir experiencias completas que transmitan la sensación de ser parte de algo más grande. ¿Cómo?, el experto recomienda: