El documento es considerado por la APRO como una tentativa más de coacción de la ABA sobre las productoras. La asociación brasileña de producción, se asombra de la posición de la ABA, porque sostiene que al fin y al cabo, ninguna productora se va a arriesgar a operar en negocios que no tengan que ver con producción de proyectos audiovisuales. Como dice el refrán, “Cada mono en su rama”.
APRO permanece en la posición de defender las productoras continúen con responsabilidades y derechos por el trabajo que realizan. No tiene sentido que los anunciantes inviertan en un volumen significativo de recursos y no tengan la menor preocupación en lo que respecta a calidad de las copias que se emiten al aire.
Por lo tanto, el problema es mucho más profundo que simplemente lograr una reducción del presupuesto y de los costos. Independientemente de la cuestión legal, que establece claramente que los productores tienen derechos sobre las copias, la APRO mira con profunda decepción esta posición de la ABA, teniendo en cuenta que la facturación de las copias es muy importante para la estructura económica y financiera de las productoras.
De esta forma, el consejo que la APRO le da a sus compañías asociadas es que continúen cobrando y entregando las copias de sus comerciales mediante un pedido formal, en el cual se determine la cantidad, el formato y los medios, sin importar que sean físicos o por streaming.