La experiencia ideada por la agencia Archer Troy contó con cuatro cabinas, en las que los espectadores hicieron un recorrido para ver a los guardianes de la paz, descubrir a qué distrito pertenecían y “tatuarse” con la insignia correspondiente.
Además, pudieron sentarse en el trono del presidente Snow y unirse a la rebelión del distrito 13, recibiendo de manera digital la fotografía de este gran momento. Cada una de las actividades buscaron lograr la amplificación de marca en redes sociales y generar buzz alrededor de la película.
“Esta fue una actividad totalmente diferente, estuvo muy bien hecha, porque realmente uno se sintió parte de esta historia”, comentó Víctor Tolosa, columnista del periódico mexicano Excélsior.
Este esfuerzo creativo, logístico y de producción de Archer Troy logró crear una brand experience efectiva, que cumplió con los objetivos publicitarios de Lionsgate y generó un lazo de unión entre esta saga cinematográfica y su público.