San Francisco, Londres y la Ciudad de México son solo algunas de las ciudades que crearon acciones publicitarias de tal magnitud en la categoría de experiential marketing.

Por primera vez se pudo producir un take over con contenido de marca, donde se mezcló la tecnología del video mapping, proyecciones macro y un show de drones, todo al mismo tiempo y en el mismo lugar. Así la matrix invadió la emblemática Torre Manacar, llevando el mundo virtual al mundo físico y hackeando la Ciudad de México.

Un storytelling que transportó a los espectadores a donde todo empezó y una idea transmedia que se compartió en muchas plataformas sociales, generando nuevo contenido del mismo contenido para el estudio y la cinta.