-Está a punto de iniciarse el rodaje de Animal, su nuevo largometraje. ¿Cuáles son sus expectativas frente a este nuevo desafío?
-Pasaron cuatro años desde que empezó esta historia, que coescribimos junto con Nicolás Giacobone, que es mi primo y socio en este mundo del guión. Para esta película pasaron un montón de cosas, sobre todo a partir del hecho de vivir afuera durante mucho tiempo y con el crecimiento que se produjo a partir de Birdman. Esta es mi oportunidad para poder plasmar todo lo que crecí en una pantalla grande en estos últimos años. A través del comercial que hicimos junto con Guillermo Francella en Quilmes, nos encontramos. Le di el guión y al otro día me llamó muy enganchado y se dio esa magia que tiene el cine cuando aparece ese personaje. Ahí empezamos a darle muy fuerte. En ese momento decidí volverme para hacer la película en Argentina. Estoy muy motivado.
-¿Por qué decidió convocar a Guillermo Francella?
-Es un gran talento. Un actor enorme, con una gran popularidad, hambre de interpretar personajes diferentes, ganas de jugársela y hacer algo diferente. Eso fue clave y muy importante a la hora de ofrecerle el papel. No lo conocía tanto, lo estoy redescubriendo y veo a un tipo con un gran hambre de gloria, una obsesión por los detalles y su personaje, y con una gran formación. Estoy muy sorprendido de ver tanto toda la experiencia que tiene como su proceso. Redescubrir la película con él en los ensayos me permite empezar a sentirla como director y ver la magia que empieza a aparecer. Tenía que ser él. Me pasa lo mismo con Carla Peterson, que es la protagonista femenina. Veo en la cámara la magia de ambos, y eso es una afirmación de que tenía que ser así.
-Mencionó que esta película lo encuentra en medio de un proceso de mucho aprendizaje como director. ¿Qué cosas de ese aprendizaje podrán verse en Animal?
-Si hay algo interesante que tiene esta profesión, sobre todo desde el lado cinematográfico, es que cuánto uno más fogueado, formado y más años tiene encima, va creciendo. No es fútbol. Tengo 38 años. Desde cierto punto de vista, soy muy joven para el cine, pero tengo mucha experiencia en mis hombros. La experiencia, las cicatrices que uno va teniendo, las emociones que uno va viviendo, la gente que uno va conociendo... es inevitable que todo eso se plasme en una película. Eso es lo mejor. Uno va madurando, creciendo y esta es una oportunidad increíble de poder mostrar esta evolución. Depende de cada proyecto. Ahora, con Animal, es una manera de decir "este soy yo como director en este momento". Creo que voy a seguir creciendo y aprendiendo. Es un momento fascinante. Después de haber ganado un Oscar, tengo esta oportunidad de filmar mi propia película, como yo quiero, a mí manera, tomando las decisiones. Es una manera de exponerse y un riesgo que tomo.
-¿Cómo se dio la decisión de venir a filmar a Argentina?
-Como cineasta y como publicista, uno se vuelve nómade. Los proyectos te llevan y te traen. No creo en esto de "vivo allá, vivo acá". En este momento, esta película me trae acá. Es una gran oportunidad para mí, para empujar Rebolucion y poner a la productora esa energía que uno tiene. También, es espectacular ver esta nueva energía de gente fresca, joven que tenemos. La casa está llena, explota, hay un montón de laburo. Hay una energía dando vueltas que está buenísima. Venir a filmar a Argentina significa una libertad. Significó venir en el momento en el que confirmamos filmarlo, que veo que tengo actores de la talla de Guillermo y Carla y que todo empieza a suceder. Hacerla como yo quiero fue clave a la hora de decidir volver. En diciembre, después de filmar, vamos a ir a hacer la edición a Los Ángeles con el editor para terminar de cerrar esta película y, paralelamente, a seguir empujando estos otros proyectos, de los que no puedo hablar ahora mucho. Lleva años, es el arte de esperar y de ir encontrando los personajes, productores y el ADN propio de cada proyecto. Todos son diferentes y cada uno tiene su propia manera de suceder. Por un lado, ser publicista lo llena a uno de ansiedad, porque todo es en el corto plazo. Paralelamente, el mundo del cine tiene que ver con contar historias más largas. Entonces, uno se vuelve un maratonista. Hay que ir dosificando el músculo y construyendo. Me considero un constructor, voy construyendo constantemente. Estamos reconstruyendo la productora y me parece que está rozagante en este momento.
-Además de haber escrito el guión, estará dirigiendo la película y coproduciéndola. ¿Cómo se maneja todo eso?
-Obviamente, soy una pieza importante, pero no es que uno pueda hacer todo. Es un equipo, junto con mi socio Patricio Álvarez Casado, Axel Kuschevatzky que también es nuestro socio, Milagros Roque Pitt de MyS, Carlos Mentasti. El director de fotografía es Javier Juliá, los directores de arte son Charly Carnota y Pablo Bordenave, que también es director de Rebolucion y Luciana Marti, que es mi vestuarista. Es un equipazo de gente a la que, uno como director, tiene que ir moviendo. Es como una orquesta, hay un montón de distintos instrumentos y uno tiene que lograr que esa banda suene bien y que nada salte, porque el espectador se da cuenta. Mi lugar como director está ahí. Después, está mi rol como coproductor y coguionista. Ocupo distintos roles, pero soy un tipo que juega en equipo. Si querés hacer todo solo, no vas a poder. Por ahora, el destino me viene acompañando, empujándome como loco y trato de seguir con mi motor, haciendo cosas diferentes, siempre con muchas ganas y motivación. Tengo mucho para dar todavía.
-¿Cómo fue su experiencia con Inside Lifeline, el corto de 32 minutos que escribió y dirigió para Qualcomm, la compañía de telefonía móvil?
-El formato de Branded Content es algo que todavía no está terminando de suceder. En el momento en que las marcas se den cuenta de que pueden hacer cosas relevantes y con mucha calidad, y terminen de confiar y apostar por eso, va a venir un momento de reinvención del mundo publicitario. Personalmente, haber sido parte de un proyecto tan grande, producido por Anonymous Content, con actores gigantes de Hollywood y chinos, fue una gran satisfacción. Una mezcla muy rara, sumada al delirio de hacerlo tan rápido. Uno tiene el músculo publicitario de hacer las cosas ya. Eso fue clave, nos permitió contar una historia, rápido, relevante y con calidad. Fue una experiencia increíble. Se hizo en tiempo récord, desde la gestación hasta el fin del proyecto.
-¿Lo ve más cerca de lo publicitario o de lo cinematográfico?
-Justamente, siento que tanto yo como director y la productora, tenemos un músculo que estamos terminando de aprender, respecto a lo que es el espectáculo y lo que es la publicidad. No están muy mezclados los rubros. Hay un lugar ahí, en el que no se quieren juntar. Nosotros estamos en un lugar buenísimo, podemos tocar en ambos lados, desde saber lanzar una película, generar un guión o filmar un contenido que dure más pero siga siendo relevante para la gente. Esto no se trata solo de hacer algo y que pase desapercibido, sino también de que sea relevante. Cada paso nos va enseñando y nos va poniendo cada vez más sólidos para enfrentar el futuro de la mejor manera.
-Su relación con El Ojo de Iberoamérica es muy estrecha. ¿Qué valor han tenido para su carrera los reconocimientos obtenidos en el festival?
-Los festivales son una oportunidad para ver, en el mundo de la publicidad, cómo la gente recibe cada cosa. Está buenísimo cómo creció el festival y es muy bueno que los publicitarios se junten. Paralelamente, sería buenísimo que cada vez que se reúnan salgan más cosas extrañas, aprovechando realmente las oportunidades para repensar la industria y no tanto buscar el premio. En un momento en que se junta gente muy creativa, podrían salir ideas de cómo repensar hacia dónde va esto, por encima del mundo de los premios, que a veces es un poco político. No siempre los que ganan son los mejores.
-¿Cuáles son sus planes a futuro?
-Estoy con una serie con Amazon, de la que estoy escribiendo el piloto. Tengo también una película, junto con Anonymous Content. Pero faltan un montón de kilómetros por recorrer con cada cosa. Ahora es el tiempo de Animal, de filmarla, ejecutarla y hacer lo mejor posible para la película y romperla.
FOTO: Guillermo Francella, Armando Bo y Carla Peterson.