Luego de la salida de Arrechedera y Claverol de DDB México, las palabras de Raúl Cardós, presidente de la agencia: "Este trabajo tiene cosas lindas. Trabajar para marcas y clientes muy distintos, pasar de entender a un ama de casa y porqué compra un detergente a vender un auto y todos sus avances tecnológicos a un alto ejecutivo, hablar con niños de seis años y comprender por qué quieren una hamburguesa, hacer que se le antoje una chela o un tequila a un grupo de chavos, en fin. Están también los viajes, las filmaciones, los festivales y, por supuesto, los premios. Esos que tanto nos llenan el ego a los creativos, esos que tanto nos gustan. Sí, este trabajo tiene cosas lindas. Pero sin duda la más linda de todas, es la oportunidad que te da de formar una “segunda familia”. La oportunidad de cruzarte, por poco o mucho tiempo, con gente que te cambia la vida, que te la hace un poquito mejor todos los días y que hace que todas las mañanas te levantes pensando que, más que ir a trabajar, vas a pasar el día con los amigos. Gente que te entiende, te complementa y en la que puedes confiar. Gente como esa, son el Pana y Juan. Han sido más de seis años trabajando juntos. Más de seis años desde que empezamos un proyecto de agencia, un proyecto de vida. Yosu, Sebas, Juan y yo. Después vino Martin y juntos nos pusimos como meta hacer de DDB una agencia distinta, cuyo principal objetivo fuera su gente. Una agencia que hiciera historia en la publicidad mexicana por la calidad y el valor de sus ideas. Hoy volteando hacia atrás veo que conseguimos mucho juntos y nos faltó conseguir otro tanto. Y no de hoy, sino de hace ya tiempo, nos dimos cuenta también de que en algún momento había que separarse. Hace un año le tocó a Martin. Parte fundamental de la agencia y su espiritu, que se llevó mucho con él. Lo entendimos, lo apoyamos y seguimos adelante, porque sabemos que todos en este mundo tenemos sueños y metas profesionales propias y todos tenemos la obligación de perseguirlas. No hacerlo sería faltarnos a nosotros mismos. El cariño, la manera de ver la publicidad y, mucho más importante, la amistad, quedan para siempre. Hoy el día llegó para el Pana y Juan de irse a perseguir un sueño propio. Estamos felices por ellos. Felices en verdad. En lo personal es un orgullo y una satisfacción para mí ver que dos personas que llegaron a México desde Venezuela y Argentina apostaron por mí para ayudarles a desarrollar su enorme talento y que hoy le apuestan su futuro profesional a este país. Su salida se venía hablando y planeando en conjunto hace ya casi un año. No, no es entonces una ruptura, tampoco una pelea ni se está “desmoronando” el equipo de la agencia. “La agencia” somos 115 personas que venimos todos los días a poner aquí todo lo que tenemos para que DDB sea lo que es hoy. Ahora seremos 113, y seguiremos adelante. Ninguna agencia es más grande que su gente, como ninguna persona es más grande que su equipo. Aclaro esto simplemente para aquéllos que no son lo suficientemente inteligentes como para entender que una de las enormes virtudes que tiene la vida es el ofrecernos la oportunidad de crecer, reinventarnos y mejorar… y también para los pobres de espiritu, esos que nunca han podido comprender que mucho más importante que el trabajo son los vínculos humanos y las amistades que se van forjando durante nuestras vidas. La agencia, entonces, está mejor que nunca. Triste, sí, por ver partir a dos grandes amigos, a dos grandes seres humanos, pero a la vez emocionada y preparada para seguir adelante, para conseguir todo eso que le falta, trabajando con el mismo objetivo, con el mismo norte y con la misma filosofía. Estamos celebrando nuestro sexto triunfo consecutivo como Agencia del Año en México, empezando el año con nuevos clientes y con clientes contentos, satisfechos y seguros de que la agencia es y seguirá siendo siempre la misma a la que le han confiado sus marcas. Hoy dos amigos se van. Nos da gusto por ellos y los apoyaremos en todo lo que sea posible porque ellos siempre formarán parte de DDB y, estoy seguro, siempre llevarán a DDB en el corazón".