A continuación, las palabras de Raúl Cardós, presidente de (anónimo):
-¿Qué balance hace de este primer año de anónimo?
-Afortunadamente, llegamos a nuestro primer aniversario con tanto trabajo que ni cuenta nos dimos, tanto así que apenas hasta ahora he tenido chance de sentarme con calma a responder esta entrevista. Abrimos las puertas el 17 de julio del 2009 y cuando volteamos a ver, había pasado un año. Un año en el que nos ha sucedido de todo, en el que hemos aprendido mucho y en el que hemos podido, sobre todo, conformar un gran equipo de gente del que nos sentimos muy orgullosos y que nos tiene muy contentos de cara al futuro de nuestra agencia. Desde los tres que iniciamos más los primeros que se sumaron hasta los que llegaron hace un par de semanas, hoy contamos ya con un equipo bien estructurado que nos permite pensar en que este segundo año empezaremos una consolidación creativa mucho más enfocada y que empezaremos, una vez pasados los "growing pains" a generar más trabajo del que podamos sentirnos muy orgullosos.
El balance es muy positivo, mucho mejor de lo que hubiéramos pronosticado aún en nuestro escenario más optimista. Hemos conquistado clientes que cualquier agencia grande quisiera tener, cosa que nos tiene muy contentos. Nuestra lista de clientes incluye marcas como Casa Cuervo, Cervecería Cuahutémoc Moctezuma, Coca Cola, Nike, Porsche y la Fundación Teletón, eso sin tomar en cuenta siquiera otros proyectos de 3 marcas igualmente importantes en los que estamos trabajando ya y que esperamos pronto poder hacer públicos, en fin. A veces le exigimos a la agencia incluso más de lo que a estas alturas podemos manejar y tenemos que recordarnos a nosotros mismos que apenas tenemos un año de vida y que hay que ir poco a poco, cuidando el crecimiento. Hemos sido muy fieles a la filosofía con la que creamos la agencia, hemos incluso declinado un par de invitaciones a concursos, competido contra agencias grandes, ganado y los clientes nos consideran ya para proyectos incluso regionales, todo en base a la calidad de las ideas que presentamos y al nivel de gente que sentamos a la mesa en las reuniones. La promesa de involucrar a las cabezas de la agencia en todos los proyectos es una realidad que los clientes notan, valoran y agradecen y creo que en buena medida eso ha sido un detonador del éxito.
-¿Por ejemplo?
-Hace un par de meses se me acercó un ex cliente, que se acababa de mover de trabajo para encabezar un proyecto nuevo y muy ambicioso a nivel regional, para ver si estaríamos interesados en convertirnos en su agencia y acompañarlos en el proceso. Le dije que por supuesto que sí, que nos interesaría mucho y, cuando le pregunté contra quiénes estaríamos concursando me respondió que no, que no se trataba de un concurso, que sería una asignación directa, porque tras haberlo analizado se había convencido de que hoy por hoy no existe en México una agencia con una forma de pensar, una estructura y una oferta como (anónimo) y que no sentía que ninguna agencia pudiera aportarle puntos de vista distintos de comunicación y del negocio como lo hacemos nosotros. No te estoy hablando de una marca local, pequeña, sino de un gran proyecto, con aspiraciones regionales de una gran marca que cualquier red mataría por tener. Y el cliente apostó por nosotros, por lo que ha visto que venimos haciendo y por el potencial que ve en la agencia.
Hoy estamos trabajando a full y, si bien no podemos todavía decir de qué marca se trata, si te digo que se trata ya de uno de los tres clientes más grandes que tenemos. Afortunadamente, historias como ésta tenemos algunas otras, que nos han permitido tener, apenas a un año de distancia, una agencia sólida y bien estructurada de la que nos sentimos muy orgullosos y en la que tenemos muy buenas expectativas a futuro, ya que seguimos siendo apenas "un bebé".
-¿Cómo ha sido en lo personal llevar adelante un proyecto propio?
-A nivel personal llevar adelante un proyecto como éste está siendo para mí un sueño hecho realidad. Dejé una posición envidiable y muy cómoda en una red que en aquél entonces quería mucho para apostar por algo propio y apenas un año después ya estoy viendo resultados tangibles que me hacen comprobar que tomé la decisión correcta, no solamente desde lo personal, trabajando con menos gente, menos clientes, menos viajes sin sentido y en un ambiente mucho más agradable, haciendo lo que me gusta y no lo que "tengo que hacer" y sin tener que rendir cuentas a nadie, sino también, sin duda, desde el punto de vista del negocio. Todavía recuerdo mis pláticas con un financiero, ex-presidente regional, en las que me aseguraba tajantemente que lo que estaba por hacer era un error, que las agencias independientes no tenían posibilidad alguna de sobrevivir en el mundo "tan globalizado" de hoy y que todas estaban destinadas al fracaso. Más allá de su increíble falta de visión, cosa que afortunadamente siempre tuve lo suficientemente clara como para no hacerle caso, me encantaría mostrarle los números de la agencia a un año de su arranque para mostrarle lo equivocado que está.
Pero más importante que el negocio, está el hecho de que todos los que estamos en (anónimo) apostamos por un proyecto con objetivos claros y muy ambiciosos y que estamos muy contentos trabajando todos los días para alcanzarlos. Para mí en lo personal es muy gratificante ver que logramos lanzar la agencia con éxito en un año de crisis, que hoy estamos generando empleos y que mucha gente talentosa quiere venir a trabajar a la agencia porque le parece un sitio en el que se puede desarrollar profesionalmente y ser muy feliz. Eso es sin duda lo mejor de todo.
-¿Cómo está anónimo hoy?
-Hoy la agencia está completamente estructurada. Somos ya 30, tenemos un área de cuentas muy sólida, con tres direcciones de grupo, encabezadas por Ale Ballesteros, María Ferreiro y María Salazar, tres chicas increíbles, con mucha experiencia y que aportan y apuestan por las buenas ideas, tanto como los creativos. Ellas han formado un grupo de gente muy joven, talentosa, con muchas ganas de trascender y que se mata por la agencia. En creativo, además de Marco y de mí están encabezando el departamento Ray López, un director creativo que trabajó conmigo en DDB y al que respeto muchísimo y con el que trabaja gente increíble como Benjamín Pedrero, "Queso", uno de los redactores más apasionados que he conocido en la industria, Eduardo Salles, que curiosamente nunca había trabajado en publicidad y al que conocimos por medio de su blog, que es muy seguido en México, entre otros chicos muy talentosos que están empezando su carrera en la agencia. Acabamos de contratar a Jorge Méndez "Cometa", como cabeza de arte, junto con Mau Ponce y un grupo increíble de directores de arte que vienen de distintas disciplinas y que le aportan al trabajo gráfico de la agencia puntos de vista frescos y diferentes, en fin. Justo hace apenas un mes se incorporó también Guillermo Bernal "Pantera", ex Grupo W, como Director Creativo Digital, con una visión que viene a completar el pensamiento que necesitamos ofrecer a los clientes. Curiosamente él tenía una oferta mucho mejor de una de las agencias más grandes y prestigiosas de México y decidió también apostar por nosotros porque le latió más éste proyecto así que estamos muy orgullosos y contentos de poder atraer a esa clase de talentos a la agencia. En fin, estamos completos, armados y listos para seguir generando buen trabajo, que de eso se trata, esa es la única fórmula que conocemos para tener éxito como agencia.
-¿Qué implica para México, su cultura y su autoestima este Bicentenario?
-Si bien el Bicentenario es un motivo de orgullo para todos los mexicanos, me parece que nos llega en un mal momento, por los problemas tan grandes que está atravesando el país con el tema de la lucha contra el narcotráfico y demás. En realidad no se le ha dado la fuerza que tendría que haber tenido. A mi juicio no se planeó bien, nadie realmente se hizo cargo y hoy, a pocos días del 15 de septiembre, ha pasado muy poco en relación a lo que debió haber sido un acontecimiento de ese tamaño. Los esfuerzos han sido tibios, hablando de publicidad algunos han estado hasta fuera de lugar, en fin. Sin embargo al mexicano le encanta la fiesta, le fascina celebrar y sin duda la gente lo hará. Una cosa que mantiene en pie a éste país es nuestra gran habilidad para reírnos de nosotros mismos y de nuestros problemas y de celebrar cualquier cosa bajo cualquier pretexto. México está ávido de buenas noticias, de que pasen cosas buenas y desafortunadamente el bicentenario nos llega en un momento que no es el ideal, pero la gente está contenta igual. El país está a la expectativa de en qué va a terminar esta pelea desbordada contra el narco, que va a pasar en el 2012 con las elecciones, quién va a llegar al poder (aunque me parece que eso ya todos lo sabemos). México es un país maravilloso, con gente increíble y en el que se vive muy bien. Un país que lo tiene todo, en el que cualquiera que llega se siente bienvenido y querido y que seguramente saldrá adelante.
