Cada década tiene su estilo de maquillaje característico, que funciona como un reflejo de lo que se vivía en ese contexto, y no hay producto que lo represente mejor que el labial. Más allá de su forma o fórmula, los colores que elegimos, o solíamos elegir, han hablado de rebeldía, elegancia, minimalismo o provocación. 

Los 80s fueron una década marcada por el maximalismo, el famoso “más es más”. El pop estaba en auge y era una época de empoderamiento y visibilidad femenina. Los labios vibrantes en tonos rojos, corales y violetas eran protagonistas, combinados con rubores marcados y sombras azul eléctrico. Un ejemplo de labial vibrante perfecto para recrear este look es el Hydramatic matte de Avon, que cuenta con tonos fucsia y rojos que además, hidratan los labios gracias a su centro de ácido hialurónico. Todos estos excesos y saturación de colores marcaron lo que iba a ser tendencia la temporada siguiente: los neutros. 

En contraposición con lo que se vivió la época previa, en los 90s el maquillaje dio un giro completo. El grunge trajo labios oscuros, en tonos bordó y chocolate, que acompañaban unos ojos marcados con negro. Algo determinante de este momento es que se comenzó a utilizar el delineado de labios en un tono más oscuro que el color del labial.

Los 2000s llegaron para darle protagonismo al brillo. En estos años se adoptó una estética futurista, optimista y tecnológica. Para acompañar la tendencia y2k, los tonos que más se utilizaban eran los rosados muy claros, los nude con subtonos fríos y los labiales efecto frost, que le daban a los labios un brillo perlado. Además los glosses transparentes, con glitter o en tonos rosados muy claros, también tuvieron su protagonismo en esta época, usados tanto solos como sobre otros labiales.

En los 2010s, las personas volvimos a apuntar a tonos más sobrios, pero con una nueva fórmula que se volvió un indispensable en cualquier neceser: los labiales líquidos con acabado mate. Los tonos más vendidos eran los tonos nude o rosados poco saturados, en la búsqueda del “nude perfecto”. La línea de Labial Líquido Power Stay de Avon tiene dos tonos que remiten exactamente a esta tendencia: Non stop nude y Downtown pink.

¿Y eso dónde nos deja hoy? Actualmente hay una tendencia nostálgica que busca recuperar los tonos icónicos de otras décadas: el marrón 90s, el rojo clásico y los labios brillantes. Ya no hay una única estética dominante, se trata de resaltar el tono natural de los labios y experimentar con colores en ciertas ocasiones. 

La industria de la moda y el maquillaje son grandes aliados a la hora de expresar identidad, y en ese camino, Avon acompaña esta evolución desde hace más de 138 años. Para seguir celebrando la belleza en todas sus formas, en esta fecha la marca invita a todas las personas que elijan ser protagonistas junto a sus labiales, para que cada quien tenga la posibilidad de expresarse con libertad, color y personalidad.