Para ello se puso en la piel del hincha: empleados de todos los sectores de Claro fueron los protagonistas de la campaña y se dispusieron a vivir todo lo que sufre un auténtico hincha de la Selección: el frío, la lluvia, los pelotazos, el poco lugar que tienen los visitantes y avalanchas de goles anulados.
A fin de que la experiencia real en la cancha se trasladara a la filmación del comercial, se construyó una tribuna gigante donde la gente de Claro se expuso a los más duros desafíos como ráfagas de ventiladores gigantes, ataques de máquinas lanzapelotas y compuertas hidráulicas que los apretaron y provocaron avalanchas. Todo lo vivido refleja el mensaje de la marca: Claro, sponsor incondicional de la Selección. Porque ahora más que nunca, Claro apoya a la Selección, como ningún otro sponsor lo ha hecho.
"En Claro pensamos que ser un verdadero sponsor es estar con la camiseta siempre. Por ello lo compartimos con cada uno de los argentinos a través de esta campaña donde nuestra propia gente transmite la emoción y orgullo que nos identifica como marca, más allá de los desafíos que tengamos que atravesar", expresó Fernando del Río, director comercial de Claro. Asimismo, agregó: "Nos identificamos con esta pasión, que une a millones de argentinos, como lo hacemos cada día en Claro, comunicando a más de 16 millones de personas de todo el país".
"Lo más fuerte de la idea fue hacer una comunicación de sponsoreo que se aleje del mero discurso. La idea no es una empresa entera diciendo que está con la Selección, sino una empresa entera poniéndole el cuerpo literalmente a lo que siente como hincha", señalaron Ramiro Rodríguez Cohen y Rodrigo Grau, Directores Generales Creativos de BBDO.