La peatonal Roque Sanz Peña (altura 1100) tuvo el privilegio de ser “horadada” por las tizas del artista británico Julian Beever, quien viajó por primera vez a la Argentina invitado por Wunderman y Movistar para participar de la campaña “Somos más, podemos más”. En su obra dibujó con la técnica llamada “anamorfosis” (generadora de ilusiones ópticas), una comunidad de hormigas rojas sobre coloridas hojas y flores, entre las que se ve “erguido” y en tres dimensiones el logo de la compañía de teléfonos; un trabajo que le llevó cuatro días de diez horas promedio por jornada. Con el obelisco de un lado y una gran pantalla que mostraba el trabajo de Beever del otro, la presentación se realizó el viernes 18 a las 12 del medio día, a metros de Cerrito y Diagonal Norte, sobre Avenida Roque Sáenz Peña. Allí Julian Beever posó para las cámaras e hizo impresiones digitales con sus manos manchadas de tiza en los autógrafos que firmó al público que se acercó a saludarlo y a ver la impresionante obra. “Beever es un artista que apuesta por el arte urbano y considera que las obras deben estar en la calle, al alcance de todos; un concepto que refleja fielmente el espíritu de Comunidad Movistar”, destacó Nicolás Díaz, Director de Comunicación de Movistar. Por su parte, el artista agradeció la oportunidad de venir a Buenos Aires y conocer al “público más cálido y demostrativo que haya visto entre las tantas ciudades del mundo que recorrió”. El evento fue declarado de Interés Cultural por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, quien estuvo presente a través de algunos representantes. También estuvieron presentes distintas actores y personalidades como Boy Olmi y Mariana Arias. “Somos más, podemos más” es una campaña que Movistar lanzó en octubre pasado con el concepto “Comunidad Movistar” que presenta un plan de beneficios para sus clientes. Anteriormente habían participado otros artistas como Renata Schussheim, Edgardo Jiménez y Rogelio Polesello, entre otros. Este año y gracias a Wunderman y Movistar, la campaña contó con la alegría de sumar al virtuoso artista Julian Beever que –aunque efímera- dejó su obra en Buenos Aires.