Con un excelente estilismo, el comercial hace un paso por el tiempo, comenzando en los años 30 cuando un hombre choca con una mujer y se enamora a primera vista. Sin dudarlo, salta al tren que está en marcha en búsqueda de ella. Pero tan pronto como llega al primer vagón, se encuentra a sí mismo en los años 40. Determinado a encontrarla, el héroe comienza una búsqueda frenética que lo lleva a través de distintos vagones y tiempos, hasta llegar al presente. Con el tiempo, los estilos cambian, pero la remera polo conserva su elegancia.
A la pareja, interpretada por Damien Chapelle y Dorcas Coppin, se las puede ver en escenarios espectaculares. La escena de la estación parisina de 1930 se desarrolló gracias a la colaboración de 250 extras, auténticos trenes de cada década y el estilo excepcional creado por Madeline Fontaine, nominada al Oscar por Jackie.
El spot se magnifica con la banda sonora de Max Richter que pone al espectador con piel de gallina desde el primer segundo. Después de dirigir “The Big Leap”, el primer video de marca de la historia de LACOSTE, el director Seb Edwards muestra una vez más su habilidad de trascender emociones universales, dirigiendo una atracción eléctrica que hace que quien lo esté mirando se sienta vivo.
El comercial captura esta rara, pero vital emoción con más grandeza y romance mientras que la persecución tiene lugar durante ocho décadas, recordándonos que la vida misma es un deporte maravilloso.
Emitida en todo el mundo, la campaña se verá en TV, online y outdoor. Además está acompañada en digital y con bumpers ads.