La Operación de Ley Seca se estableció en Río de Janeiro en 2009. Bajo esta norma, los conductores tienen prohibido conducir con cualquier grado de alcohol en sangre y establece duras sanciones a quienes están en falta. De esta manera se busca alertar a la población sobre los riesgos de manejar alcoholizado, además de disminuir los accidentes de tránsito.
Con esta política pública el gobierno logró reducir el número de accidentes y se volvió un referente a nivel nacional. Para continuar generando conciencia, la agencia Binder lanzó una campaña que invita a reflexionar.