El guión propuesto por las agencias Duda Propaganda y Propeg le inspiró a Ferré el uso de un recurso de previsualización conocido especialmente en largometrajes, pero poco explotado en el mercado publicitario nacional. El desafío era hacer parecer que la cámara que estuviera en el helicóptero, acoplada a la nariz del mismo, se zambullera dentro del agujero y parase a pocos centímetros de la cabeza de la actriz.
La previsualización fue realizada por BossaNovaFilms y la finalizadora Casablanca.
"Esta técnica fue extremamente importante para explicarle al equipo los detalles de cada escena del comercial, comenzando por las aéreas, pasando por los takes hechos de Jimmy Jib, hasta los detalles del ‘Tatuzão', una máquina gigantesca que fue responsable por la apertura de un túnel de cerca de 40 metros de diámetro", comentó Ferré.
Los primeros desafíos de la producción- Como el helicóptero tiene límite de altura, fue necesario filmar dos planos distintos: uno aéreo sobre la avenida y, a continuación, el del movimiento hasta la boca del agujero. Para esto se usó una grúa, de aproximadamente 12 pisos de altura, que movía la cámara hasta la boca del agujero. Para completar la secuencia, otra grúa dentro del agujero aproximaba más la cámara hasta la actriz. Se sacaron más de 800 fotos para transformar estas escenas en una única toma.
Para filmar dentro de un túnel, con hombres trabajando y máquinas en operación todo el tiempo, además de las condiciones insalubres del propio local como el calor y el lodo, se tuvieron que realizar diversas reuniones de planeación y logística entre la productora, las agencias y los especialistas de ambas empresas anunciantes con los ingenieros y el equipo de seguridad.
Luiz Ferré cuenta que los detalles de la preproducción se revisaron exhaustivamente para aprovechar cada momento de los 5 días de filmación. La campaña, llamada "Obras", se compone de un comercial de 2' y de 3 versiones de 30". La dirección de creación es de Duda Mendonça y de Ricardo Braga.
"El proyecto fue fascinante tanto por su complejidad como por sus escenas delicadas, como por ejemplo en la que fue necesario parar la máquina ‘Tatuzão', responsable de la perforación del túnel que conecta una estación subterránea a otra", afirmó Ferré. "Además tuvimos que administrar al equipo compuesto de 80 personas que se encontraban dentro del agujero y que tuvieron que trabajar en condiciones muy adversas," completó.