Con un costo habitual de 200 mil dólares por día, el anuncio formaba parte de una campaña nacional en Estados Unidos para promocionar el pollo frito de la marca. Con la difusión del hashtags como #RIPRobinWilliams y #Mork (nombre de su personaje en una serie de TV), la empresa consideró que sería mal marketing publicar sus productos en un ambiente tan negro.
Cuando se dio a conocer la muerte de Robin Williams en las redes sociales, Burger King rápidamente hizo un llamado a Twitter para sacar de cir culación la Promoción.