El productor musical Juan Pablo Adamo eligió el estudio y sus herramientas para conseguir el sonido de las diferentes épocas de la música sobre cual trata el largometraje. Músicos de reconocidas agrupaciones de Rock como Massacre y Blues Motel se encargaron de la ejecución musical a la hora de grabar las canciones originales de la película.
"Buscamos el sonido a diferentes discotecas de la escena local en los 80s", cuenta el ingeniero sonoro Nahuel Berneri repasando las diferentes puestas artísticas que planteaba el rodaje. Se replicaron situaciones cliché de Mtv de los 90s y demás gags en los que la banda de sonido se lució como un personaje más del film.
Tras el estreno, la banda musical fue de los puntos fuertes en la devolución del público, como se vio reflejado por Telefé Noticias en una reciente nota. Esto se debe a que la historia se centra en las vivencias de un grupo de rock protagonizado por las estrellas de la película.