El “Síndrome de Diógenes social” consiste en acumular quedadas con todas las personas con las que vas hablando a lo largo del confinamiento.

En este confinamiento estamos presenciando el uso de muchas palabras que no estaban recogidas en la RAE, como en su día no lo estaba la palabra “Sostenibilidad” (Gracias Óscar Martínez, McCann Madrid, 2006) o como ahora desescalada o distancia social. Pues yo no iba a ser menos, y he decidido inventarme este nuevo síndrome.

Aunque más vale que nos inventemos nuevas formas de comunicar con personas que van a salir transformadas de la crisis sanitaria más dura (quizá la única. Las vacas locas son una broma al lado de la Covid-19) que han vivido hasta el momento.

Porque ¿están las marcas preparadas para cambiar su forma de conectar con las personas? Pensar que con discursos de marca poniendo en valor el valor (valga la redundancia, como decía Sabina & Fito Páez en su canción) de las personas durante esta crisis será suficiente para conseguir o recuperar (si a la marca le dio por desaparecer en esta crisis) la confianza del consumidor, de las personas, ese “distanciamiento social” que se han inventado se va a producir pero esta vez con las marcas.

Y es que piensa por un momento la cantidad de mensajes que las marcas van a lanzar en ese momento del fin del desconfinamiento (En su fase 4, punto 7, versión). Ya estábamos avisados con China e Italia, y tropezamos en la misma piedra con el Coronavirus. Ahora ya estamos avisados con los mensajes de “juntos” durante esta cuarentena publicitaria. Ojalá cuando llegue ese día de #yonomequedoencasa no tropecemos de nuevo en la misma piedra y sepamos adaptar nuestra forma de comunicar a la nueva persona que estos días está naciendo.

Que el hacer no camine solo (aquí mi pequeño homenaje a Robinson) con el decir.

Que las palmas en la espalda no les hagan caer.

Que no demos razones para que nadie se invente el “Síndrome de Diógenes Publicitario”.