"Catatonia Comuna Fílmica es una reinterpretación de Catatonia, es una comunidad, una cooperativa, una comuna, una casa horizontal donde cada uno puede hacer sus propios proyectos", explicó Carlos Hari Sama, fundador del nuevo emprendimiento.
Con más de ocho años en un mercado tan competitivo como el mexicano, Catatonia supo instalarse dentro de las productoras más importantes del país. La crisis económica aceleró la necesidad de reducir estructuras y por eso, Carlos Hari Sama y Arturo Pereyra, socios y amigos decidieron que había llegado el momento de tomar nuevos rumbos.
Una amistad de años y muchísimas ideas en común hicieron que Hari volviera a reunirse con Fredy Garza, de Tribu Films. Así nació Catatonia Comuna Fílmica.
"Creemos que el factor humano de la empresa es lo más relevante y por eso, quisimos hacer una productora más lineal y democrática, donde tratamos que el crecimiento de todos los involucrados pueda ser equitativo, que nadie opaque al otro y que la competencia se transforme en algo más cooperativo. Y esto no solo se manifiesta en lo publicitario, tiene que ver con la vida, con el día a día y las ganas de hacer algo distinto".
A meses del comienzo, Catatonia Comuna Fílmica quiere mantener la calidad y la forma de trabajar que después de tantos años, posicionó a su equipo como fuertes profesionales y mantenerse en el liderazgo de la producción y las ideas de México y de la región. Todo esto materializado en una productora adaptada a los tiempos que corren, donde no se puede desperdiciar ni presupuesto ni energías en superficialidades. Donde todo debe apostarse al talento y al trabajo duro junto a los clientes.