Según Crianza y Consumo, el spot es abusivo, estimula el consumo de bebida con alto tenor de azúcar y está dirigido al público infantil. La decisión del Conar se basó principalmente por el uso del estímulo imperativo y "el empleo de los niños como modelos para la recomendación del consumo." De acuerdo con la legislación brasileña en vigor, la publicidad dirigida al público infantil ya puede ser considerada ilegal.
Los artículos de la Constitución Federal, del Estatuto de Infancia y Adolescencia y del Código de Defensa del Consumidor (CDC) garantizan la protección de los derechos de la infancia y definen como abusiva la publicidad que se aproveche de la deficiencia de juzgamiento y experiencia de los niños. "Ya hay consenso científico de que todo niño está en plena formación y es, por lo tanto, hipo suficiente ante el consumo.
Eso caracteriza cualquier publicidad dirigida al público infantil como abusiva", explica Isabella Henriques, coordinadora general del Proyecto Niños y Consumo. El caso "Bolinhos Ana Maria", de Grupo Bimbo tuvo argumentos similares y también fue denunciado.
La campaña publicitaria relaciona el producto a un mundo de fantasía y diversión, una de las fórmulas más utilizadas como estrategia de ventas de alimentos para el público infantil en Brasil. Esta vez, el Conar archivó el caso y no frenó el spot porque no vio motivo. "Estamos abiertos al diálogo. Creemos que es preciso reflexionar sobre la cuestión ética que envuelve la comunicación mercadológica dirigida a los niños y que no ha sido realizada de forma adecuada", afirma Isabella Henriques.
El Conar ya había condenado otros cinco comerciales de TV dirigidos a los niños: 3 spots para bajar al celular que no te nían demasiada información. Dos de los films eran de Nickelodeon. Además, los avisos de "megafeirinha" de Hot Wheels.