Con el objetivo de seguir aprendiendo y compartiendo conocimiento,  llegó el 18vo congreso colombiano de publicidad que se presenta bajo el lema de “DE IDEAS A IDEALES” en Cartagena, Colombia. Un país que al igual que nuestra industria publicitaria lucha por reinventarse, por superar el complejo de una historia construida en comerciales de 30’’, y por recobrar la identidad y relevancia que merece.

A lo largo del primer día han pasado personalidades como Suzanne Powers (@SuzanneSPowers), Directora Global de Planeación de McCannErickson, David Sable(@DavidSable), CEO Global de Y&R y Rapha Vasconcellos (@raphav), Director de Soluciones de Facebook por el escenario para compartir sus visiones de cómo las marcas deben dejar de perseguir ideas para lograr materializarse en ideales que les permitan conectarse de una forma más humana y auténtica con la gente.

A lo largo de las distintas charlas ha quedado claro que el cambio de ideas a ideales no puede ser algo aislado, perseguido únicamente por el departamento de marketing o publicidad, y tampoco es una solución mágica que deba ser proporcionada por la agencia de turno.

Este proceso debe ser el objetivo de toda una organización y comienza por la definición de una verdad relevante y real que identifique a la marca, tarea que parece simple pero es sumamente compleja, ya que deberá ser consistente si quiere sobrevivir a la voz que la tecnología ha dado a todos los consumidores mediante las plataformas sociales.

Luego de dicha definición, la responsabilidad de ir hasta allí es tarea de las marcas junto a sus agencias y consumidores que deberán involucrarse más allá de un post simplista de “Buenos Dias”, de reportar como caso de éxito aumentos de amigos en Facebook o de buscar solo el auto reflejo de compartir, que si bien es auténtico y autorreferencial, resulta simplista y de poco involucramiento real.

Para lograrlo, la publicidad deberá aprender a ser menos publicitaria y más humana. Entendimiento que el lenguaje que manejan hoy millones de usuarios en internet deberá redefinir el concepto de calidad o producción que históricamente han tenido, aceptando que el contexto de sus piezas está definido ahora por gatitos tiernos y bebes bailarines, en lugar de comerciales en la tanda. Y sobre todo saber que la relevancia será lo único que podrá liberar a las marcas de post patrocinados para contar sus historias.