La Subaru es una camioneta familiar, diseñada para una familia tipo de un padre, una madre y dos hijos. Y para llevar ese concepto hasta el extremo, la agencia Charmichael Lynch -junto a la productora Shunk- creó un comercial en donde los protagonistas no son seres humanos, sino perros. 

En el comercial central -de un minuto- se puede ver al padre perro de la familia llevando a su hijo hacia su casa. De fondo, una música instrumental que busca dotar a la trama de una cuota de sensibilidad y emoción, aunque el resultado final es la exacerbación del absurdo.

En otro de los spots, aparece la familia completa y los padres perros hacen algo que suelen llevar adelante los humanos: consultar a su teléfono cuando no saben cómo llegar a un determinado lugar. Es que en realidad, toda la campaña está protagonizada por animales, de hecho hace su aparición un gato, personificando a un empleado del vallet parking de un restaurant, donde la pareja de perros había ido a cenar.

La campaña fue ideada por los Redactores Nick Hart y Nick Nelson, y por el Director de Arte Michael Rogers. Todos ellos contaron con el apoyo de Randy Hughes (Director Creativo Ejecutivo), y con la Dirección de Brian Lee Hughes.