Se trata de una colección de juguetes inteligentes, una raqueta, una comba y una pelota, que incorporan en su interior un sensor de movimiento que registra el tiempo que el niño les dedica. Cuando supera el tiempo establecido por sus padres, la tableta se desbloquea y le compensa con tiempo para jugar con el dispositivo. De esta forma los padres pueden establecer el tiempo que sus hijos dedican a cada una de las actividades de una manera didáctica y divertida, logrando un equilibrio entre su vida real y su vida digital.
La agencia coreana muestra que no sólo es capaz de utilizar la tecnología de manera creativa, desarrollando ideas o productos, sino que además lo hace pensando en los efectos que esa tecnología tiene en manos de los consumidores.