-¿Cómo fue el proceso de producción de la campaña para Les Crackelet?, ¿Cómo fue el trabajo junto a la agencia?
-Lo importante en cuanto a producción en este proyecto era conseguir el realismo que buscábamos. No queríamos quedarnos a medias y que el resultado no estuviese a la altura. La búsqueda de la localización, la creación de los vestuarios desde cero y a medida de los actores, las pelucas que se tardaron horas en poner. Todo tuvo que estar medido desde la preproducción para que fluyese el rodaje. Con la agencia marcamos la dirección que queríamos en común desde el principio y luego fue un esfuerzo minucioso conseguir en preproducción todo lo que necesitamos. Ahí la verdad es que el equipo de Producción, Arte, Vestuario y Maquillaje se lucieron. Desde la dirección, lo que intenté fue ayudar a la producción aterrizando las ideas lo antes posible y que todo el equipo tuviese claro lo que necesitábamos.
-¿Qué desafíos implicó desde el lado de la producción la realización del comercial?
-Recrear una escena de María Antonieta en Lima varios siglos después no es algo que se haga todos los días en la publicidad peruana. Tuvimos muchos desafíos, como encontrar la locación ideal que tenga la estructura y la arquitectura de la época. Y nuestro Director de Arte, Pepe Corzo, realizó un gran trabajo no solo en la ambientación y decoración del espacio si no también en la caracterización de cada personaje. La elaboración de los vestuarios fue minuciosa ya que cada prenda fue confeccionada desde cero y a medida de los actores, cuidando hasta el mínimo detalle para seguir construyendo sobre el realismo que buscábamos. Y bueno, siempre es un desafío cuidar que el producto se vea espectacular, que los actores den lo mejor de sí, que la foto luzca increíble, pero eso es en todos los comerciales. En este en concreto la novedad era el look de la localización y los personajes.
-Si tuvieras que elegir un momento del rodaje, ¿cuál sería y por qué?
-El baile trap. Es una parte de la que estoy especialmente orgulloso porque cuando la propuse, la gente me miraba extrañada e incluso había momentos que no lo veían claro. De todas formas, sabía que el contraste de esos looks con una actitud moderna iba a quedar increíble y realmente me encanta el resultado. A parte, todos los momentos de acting y texto de los personajes fueron momentos muy cómicos. Tuvimos mucha suerte con el elenco porque realmente nos reímos mucho en el rodaje y con la agencia nos sacamos unas pequeñas píldoras, algunas incluso improvisadas en el momento, que realmente espero que salgan pronto porque son muy graciosas.
-¿Qué trataron de transmitir con este film?
-Intentamos hacer una película de época con el contraste semi-absurdo de elementos modernos en ella. Y luego como reto personal quería forzarme a conseguir unas piezas con un toque de humor con un crafting de gran nivel. Hay unas píldoras que son totalmente surrealistas.
-¿Cuál fue la reacción del cliente con respecto al trabajo realizado? y ¿el de los consumidores?
-El cliente estaba encantado en el rodaje. A parte había muy buen ambiente en el set y estaban comprobando de primera mano que el resultado era increíble. Respecto a la reacción del consumidor puedo decir la de amigos que han visto la pieza y les ha gustado mucho. Estamos muy contentos con el resultado y espero que se animen otras agencias y clientes para que se puedan seguir haciendo cosas así de originales y arriesgadas en Perú. Ahí hay que agradecerle a los creativos (Charlie, Celso, Luigi y Nico) de Circus que realmente apostaron por hacer algo así de atrevido.