-¿El contexto político, social y económico de México repercute en su negocio?
-Afortunadamente, más allá de los desafíos puntuales con ciertos clientes o regiones, nuestro modelo de trabajo y de colaboración hace que estemos un poco más blindados a estos cambios. Tenemos cinco oficinas. Es difícil hablar solo de una porque están tan integradas que balanceamos mucho o amortiguamos de una manera diferente los golpes externos. Al final del camino lo que vemos es una tendencia constante, creciente de doble dígito, importante a nivel consolidado entre todos los mercados. Obviamente, México sigue siendo muy relevante por el volumen. A pesar de ciertos cambios y expectativa de turbulencias políticas con nuestros tíos del norte, la realidad es que la economía sigue estable, sólida y fuerte.
-¿Cuál es el principal problema de la industria actual?
-La pérdida de valor o de percepción de valor. Depende de nosotros reestablecerlo. Afortunadamente, encontramos varios partners que realmente ven valor en lo que hacemos y en el partnership, en la red, en nuestros hubs de pensamiento creativo, estratégico, digital y de data, que hacen que estemos creciendo mucho. Son partners, como siempre llamamos, de la nueva economía: Netflix y Spotify. Están creciendo a pasos agigantados y siendo challengers de los modelos de negocio conocidos. Creo que cualquier agencia tampoco puede trabajar de manera profunda y estratégica con ellos si no tienen en su core esos mismos valores.
-¿Cómo manejan esa integración?
-Nacimos de esa manera, hace poco más de diez años. Todo fue mutando hacia nuestra visión sobre convertirnos realmente en una micro-network integrada. En algún sentido, somos más parecidos a una empresa de tecnología que a una agencia, porque reclutan el mejor talento de cualquier parte del mundo para trabajar para el mismo proyecto. Hoy la tecnología nos permite que haya 20 personas trabajando para el mismo desafío, en cinco oficinas diferentes, en simultáneo. Nuestra cultura es de integración, de colaboración y de sentarnos todos en la misma mesa a resolver un desafío. No quiero ofender a nadie, pero siento que las redes solo tienen de red la consolidación de revenues, no una visión de colaboración compartida respecto a proyectos del día a día. Por ahí sí para un proyecto global que juntan gente de siete países. Pero ese proceso para nosotros es cotidiano, ¿por qué? Porque creo que hay que encontrar el talento donde esté. Hoy afortunadamente, la tecnología nos permite comunicarnos y poder encontrar mejor talento en el lugar que sea, y a partir de ahí, empezar a crecer. Abrimos recientemente, por ejemplo, la oficina en Bogotá y lo primero que buscamos (como en todas las oficinas) es tener relevancia cultural local. ¿Cómo lo logramos? Viviendo el día a día, con gente de allí, que entiende lo que está sucediendo y que puede aprovechar la coyuntura para generar contenido de valor para las marcas. Para nosotros es muy natural estar todo el tiempo hablando con gente de otros lugares, y no verlos físicamente; y muchos de los clientes de esta nueva economía trabajan de la misma manera. No tienen oficinas en todos lados.
-¿Qué balance puede hacer de Circus, desde su fundación hasta hoy?
-En general, creo que todos somos muy apasionados de lo que hacemos. Estamos muy orgullosos del producto que hacemos. Creemos que tenemos un buen nivel y promedio alto de producto. Estamos muy metidos. Nos sentimos muy afortunados por poder elegir con quién queremos trabajar, decidimos trabajar con compañías en las que creemos, confiamos en su visión y en su producto. Trabajo con Spotify, Netflix y Warner, marcas que nos encantan y que consumimos constantemente. Eso es un privilegio absoluto y nos ayuda también a venir a la oficina, a crear un montón de talento, que la gente quiera quedarse, que quiera trabajar y ponerle pasión. Como todo, siempre hay desafíos, pero creo que es una ventaja muy grande. Hablando con uno de los chicos de creatividad de Buenos Aires, me dijo “¿Adónde me querría ir, si aquí trabajo con Netflix, Spotify y Quilmes?”. Estamos muy orgullosos y agradecidos de la posición en la que estamos, donde no tenemos la necesidad de triplicar el tamaño de la agencia, sino tenerla ordenada y hacer cada día un mejor producto, más estratégico y profundizar relaciones con nuestros clientes. Personalmente, vengo del mundo de las finanzas y creo que encontré esta oportunidad de desatar toda nuestra personalidad y de plasmar nuestros valores y nuestra pasión por construir cosas en algo tangible. Para mí fue un gran cambio desde el inicio, y hoy una gran responsabilidad. En éxico tenemos más de cien personas en la oficina, un número no menor de jóvenes millennials. Creo que hay muchos desafíos ahí.
-¿En qué proyectos están trabajando ahora y con qué marcas?
-Seguimos con los mismos de siempre: Spotify, Netflix, Warner, Virgin Mobile, estamos trabajando mucho con Avon, con Smirnoff…También estamos trabajando con SCA, que es una compañía de cuidado personal femenino. En Argentina estamos también trabajando con Arcor, con Quilmes, con el Gobierno de la Nación, haciendo grandes campañas. En general, con todos estamos constantemente en desarrollos, producciones, social y data. La realidad es que no para mucho la pelota, y ahora estamos en un proceso interesante con un cliente, que todavía está en definición, así que estamos cruzando los dedos.
-¿Quién está liderando la oficina de Bogotá?
-La oficina de Bogotá tiene dos meses, más o menos. Bruno Lambertini y yo estamos manejándola. Tenemos un equipo de planning estratégico, creativo y content que depende de los otros equipos, para esas marcas para las que trabajamos en la región, con las que estamos expandiendo influencia o relevancia en Colombia. Todavía no hay trato local con otros clientes. Esperemos que siga creciendo, pero estamos bien y contentos.
-¿Cuáles considera que fueron los trabajos más icónicos de estos años?
-En términos generales, me llena mucho de satisfacción cuando estamos trabajando para ciertas categorías que no parecen ser muy sexys inicialmente, y que logramos darles algo interesante. Creo que nos pasó en su momento con lo que hicimos con Holcim, creo que nos está pasando también con SCA y con Avon. A otro nivel, también nos pasa con Warner. Nos sentimos muy satisfechos, ya que antes no desarrollaban este tipo de proyectos, como el de Kong o Earthquake Heroes. Creo que entramos en un buen momento de la compañía y logramos traer cosas realmente diferenciadoras a la mesa. Nos sentimos orgullosos de esos proyectos porque están buenos, respondieron estratégicamente, son sólidamente creativos y dieron buenos resultados. Con Cinépolis en México, por ejemplo, estamos haciendo muchos proyectos. Su comunicación se ha transformado mucho y estuvimos en ese proceso colaborando. Hoy se están animando y han llegado a lugares mucho más interesantes.
FOTO: Dauquen Chabeldin e Ignacio Liaudat.
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