-¿Cómo analiza la edición 2017 del festival de Cannes?
-Está quedando claro que el tema de categorizar tanto no tiene mucho sentido, aunque entiendo que sirve como un buen negocio para este festival. Aunque éste es uno de los festivales que más repercusión tiene y está evolucionando, Cannes debería evolucionar más. Por otro lado, he visto ideas muy interesantes. Estoy muy contenta de ver grandes ideas que parten de cualquier lado. Por ejemplo, en Entertainment for Music, vi cosas muy interesantes que, desde el punto de vista de cómo trabajamos desde Coca-Cola, cada una de ellas aporta una visión completa. Más que nunca, se demuestra que las grandes ideas vienen de cualquier lado de la comunicación y que la fusión, entre el mundo de la tecnología, la música, los contenidos, es muy clara.
-Más allá de los grandes cambios que trajeron los avances tecnológicos, ¿lo importante sigue siendo lo humano?
-Sin ninguna duda. Ese tema me parece apasionante. La tecnología, hace unos años, era el territorio de los freaks, donde se buscaba sobre todo el último avance tecnológico, que te ofrecía tal feature. Ahora, la gran obsesión de los ingenieros es conectar con los humanistas. En South by South West pude escuchar una conferencia espectacular entre el creador de Siri, el software de Inteligencia Artificial, y un filósofo, donde debatían acerca de cómo, finalmente, la inteligencia humana y la artificial no están confrontadas: lo que estamos aprovechando es la tecnología en favor de lo humano, pero no hay tecnología que funcione si no hay una emoción y una humanidad. En este sentido, es algo que me gusta mucho, porque para marcas como Coca-Cola, que siempre han vivido de la cercanía, lo emocional, lo cotidiano, hoy en día la tecnología es accesible, democratizada. Nunca más que ahora hemos tenido la posibilidad de estar en ese entorno.
-¿Cómo fue la experiencia con “Pool Boy”, el caso que hicieron con la temática LGBT? ¿Qué resultados tuvo?
-Desde hace dos años, implementamos una estrategia global en Coca-Cola, con "Taste the feeling" y dentro de ella vamos generando contenidos, es un proceso non-stop. Uno de los últimos contenidos que hemos ejecutado ha obtenido mucha repercusión, especialmente en el entorno LGBT. Coca-Cola, como siempre, ha mostrado situaciones cotidianas, ordinarias. En este caso, hicimos una campaña que trata de Coca-Cola, una idea brillante que vino de la mano de Santo, es una situación cotidiana, familiar, en la que dos hermanos, un varón y una mujer, se pelean por ganarse los favores del chico que está limpiando la piscina y la única manera de lograrlo que se les ocurre a los dos es darle una Coca-Cola. La comunidad LGBT ha reaccionado muy interesada en este comercial. Nosotros no lo hemos realizado con la intención de hacer un manifiesto, sino que la idea fue hacer un comercial reproduciendo una situación de la vida cotidiana, añadiéndole mucho humor. Siendo un contenido de 60 segundos, nos alegró mucho saber que en Youtube ha tenido uno de los ratios más altos de retención en su visión completa. En un momento en que la gran discusión es "necesitamos formatos cortos", cosa que nosotros también hacemos y nos encanta, es un gran logro, que demuestra que si el contenido es atrapante, la gente no tiene ningún problema en verlo. Lo importante es que los contenidos sean buenos, interesantes, las historias llamen la atención y, en este caso, no solo vendan Coca-Cola, sino que generen empatía, humor y una buena valoración de la marca.
-Este año, El Ojo de Iberoamérica cumple veinte años. Usted ha participado en varias oportunidades ¿Hay alguna experiencia que recuerde del festival?
-El Ojo de Iberoamérica es un lugar donde uno no solo encuentra amigos, sino también muy buenas conferencias. Algo que destaco, es que siempre se ha dado un lugar al talento joven. Por ejemplo, el Grand Prix obtenido por Burger King con Burning Stores, ha llegado de la mano de un equipo que salió y se descubrió en la sección de jóvenes talentos de El Ojo de Iberoamérica. Desde Coca-Cola, siempre hemos apoyado ese concurso de jóvenes talentos, de donde salen muy buenas ideas. Eso es un orgullo para el festival.
-¿Cómo ha influido la transformación digital en su vida personal?
-En muchas formas. Hoy, mi forma de trasladarme es Uber. En Estados Unidos funciona genial y no tengo necesidad de tener un coche. A lo mejor, rento uno para irme de viaje. Mi experiencia con la tecnología, en ese sentido, no puede ser más humana. Está totalmente integrada a mi vida. Cada vez más, estoy entrando en el juego de no tener cosas físicamente. No tengo coche, no tengo música física: tengo todo subido por listas en Spotify. Es algo que te ayuda a desprenderte de todo y que, al mismo tiempo, sabes que esta ahí ¿Cómo no voy a confiar en la nube?
La Global Content Senior Director the Coca-Cola Company nos resumió su paso por Cannes 2017 y nos habló sobre los trabajos de la marca y sus resultados