Bajo el concepto #libereabrincadeira (libera la diversión), la campaña muestra los nuevos productos, que están realizados con una tecnología y un diseño que permiten satisfacer las necesidades de los niños en toda clase de movimientos.
El cortometraje, de tres minutos de duración, utiliza un lenguaje sensible y poético, y retrata a una pequeña que invita a sus padres a que jueguen con ella, reconectándose con su mundo, en un contexto en el que la vorágine y los teléfonos inteligentes nos sumergen en un trance urbano.
El principal objetivo de la marca es animar a los padres a desprenderse de la rutina y redescubrir el poder de jugar con sus hijos. Esto lleva al eslogan de Olympikus, que es el de incentivar a la gente a liberar lo mejor de sí, a dar lo mejor de sí.
Marcio Callage, director de marketing del grupo VulcabrasAzaleia, explica: "Debemos proteger la infancia de los niños. Un niño saludable juega, corre, salta. Con sus amigos, con sus padres. Así es como se desarrollan. Y es así, por lo tanto, como liberan y dejan salir lo mejor de sí mismos. Este es el propósito que está por detrás del mensaje y de los productos que desarrollamos".
El director de marketing de Olympikus fue uno de los creadores del concepto y participó desde el desarrollo de la idea hasta la producción final. Junto al equipo de creación y planificación de la agencia, liderado por Ricardo John, invitaron a Marcos Piangers (autor del superventas “Papá es guay” y una de las principales voces de la generación actual sobre la paternidad) a juntarse a ellos y escribir el texto que inspiró el cortometraje.
“Es uno de los mensajes más bonitos que ya he visto de una marca. La reflexión de estar con los hijos, aprovechando una de las fases más memorables de la vida. Llevar una vida más liviana. Menos pensar en nuestras carreras y más echar carreras”, dice Piangers.
Cuando leyó el texto, Nixon Freire, cineasta de la productora Delicatessen, propuso dirigirlo y escribir el guion. Ricardo John dijo: “Es un trabajo ejecutado a varias manos, y con mucha libertad para crear, lo que acabó traduciéndose en una narrativa que expone más la verdad del cine que el discurso publicitario”.
Durante el proceso de creación se empleó el Grab & Go, un formato en el que un grupo capaz de tomar todas las decisiones se reúne en un lugar, crea y ya sale de allí para ejecutar el vídeo/campaña, evitando así las reuniones interminables y la burocracia que a menudo retrasan las producciones.
El corto se está proyectando desde el 20 de septiembre en cines y en digital.