Latinoamérica atraviesa hoy un momento de sumo crecimiento en materia de freelancing y emprendedurismo. Cada vez se suman más profesionales los que deciden trabajar de estas formas. Pero, ¿qué es lo que sabemos sobre los trabajadores independientes latinoamericanos, quiénes son y qué buscan?
Se realizó un reporte con datos relevados a través de Workana, la red de trabajo remoto e independiente latinoamericana, que comprendió a más de 5.000 adultos en América Latina que han tenido algún trabajo remunerado en 2016.
El fin fue fomentar estas formas de trabajo y se descubrió que en 2016 el freelancing creció un 180%. Además, este informe revela datos interesantes como los siguientes:
-La mayoría de los profesionales independientes, los tiene Brasil con un 50%. Sigue Argentina con un 13%, y luego México con 12%. Mientras que el 25% se divide entre Perú, Uruguay, Chile, y otros países. Entre los encuestados, la principal segmentación se da entre freelancers (42%) y emprendedores (11%). Esta diferencia se debe a que los segundos dedican la totalidad de su tiempo al proyecto, mientras que los primeros trabajan part-time y tienen un trabajo en relación de dependencia.
-En cuanto a las ventajas, la flexibilidad y posibilidad de trabajar desde casa son las primeras. Por su parte, los puntos en contra son la falta de ingresos estables y la falta de prestaciones sociales.
-Más de un 80% de los encuestados cuenta con estudios calificados de nivel terciario, universitario y hasta de posgrado en la profesión a la que se dedica.
-Entre los freelancers, cerca del 20% supera los 49 años, el 31% tiene entre 34 y 43 años y 35% menores de 30 años.
-A pesar de todo, sigue existiendo una brecha entre hombres y mujeres. Para el Día de la Mujer un 10% de los hombres dijo ganar entre USD$2000–4000 mensuales, mientras que tan solo el 4% de las mujeres obtienen ese salario.
-Mientras trabajan, el 49% de las encuestadas que son madres debe cuidar a sus hijos, cuando tan sólo el 9% de sus parejas se encarga de los hijos mientras ellas realizan sus labores profesionales. Y sólo el 2% de los hombres dijo cuidar a sus hijos cuando trabaja.