-¿Qué balance haces de este último año en IM+C?

-Honestamente, ha sido un año espectacular. Tanto para la compañía como para mí, en lo personal. En IM+C siempre reivindicamos nuestros valores y la independencia de nuestro trabajo, y, en ocasiones, es complicado mantener esa misma actitud y perseverancia cuando las compañías entran en procesos de crecimiento. Algunas tienden a desnaturalizarse y a perder la esencia que las convierte en únicas. Si hay una cosa de la que me siento orgulloso es que en IM+C, pese haber experimentado un crecimiento exponencial en los últimos meses, no hemos perdido de vista quienes somos y cómo queremos acompañar a las marcas. Desde la honestidad, desde la estrategia, desde la innovación, generando relaciones de confianza y poniendo en valor que hay una forma diferente de hacer las cosas. Éste ha sido un gran año para IM+C, y lo mejor está aún por llegar.

-¿Cómo recibiste la propuesta de asumir la posición de Global Chief Strategy Officer, y trabajar para la región Americas como US& LATAM Director?

-Ciertamente ha sido un proceso muy natural. Desde hace algún tiempo el foco de la compañía está puesto en desarrollar nuestro negocio en la región y, para ser consecuentes con la apuesta firme por el continente americano, asumimos que debíamos liderar esa expansión desde la primera línea. Me siento profundamente agradecido por la confianza absoluta que IM+C ha depositado en mí para empujar el proyecto, y de cómo, juntos, estamos construyendo este proyecto de ensueño. Asumir el reto de dar el salto desde España hacia el mercado americano, involucrarme en el desarrollo y expansión de la compañía en la región, liderar proyectos internacionales apasionantes, conocer a profesionales de países y sensibilidades diferentes, formar parte del jurado en premios de reconocimiento internacional… ¿Qué más se puede pedir? Un reto que, a la vez, está resultando ser una aventura personal increíble, estimulante y de lo más extraordinaria.

-¿Cómo es la experiencia de formar parte de IM+C y al mismo tiempo llevar adelante Sherpa, la agencia creativa que fundaste en 2016?

-La verdad es que es algo muy orgánico. Desde antes de empezar a trabajar con IM+C a nivel internacional las relaciones entre mi agencia e IM+C eran excelentes porque comparten los valores y principios con los que actuar en el mercado. Siempre hemos establecido modelos de colaboración realmente eficaces. Obviamente, el asumir el liderazgo de la compañía en la región ha supuesto una re-organización de los equipos y los recursos en Sherpa, pero tanto mi socio en Sherpa, Yoryo Hortolà, como Alber Fernández, CEO y Fundador de IM+C han sabido acompañarme de la mejor manera en este tránsito, poniéndolo todo realmente muy fácil. Son grandes compañeros de viaje; profesionales con visión, y que han sabido ver que el modelo tradicional de agencia es obsoleto. Y actuar en consecuencia. En plena era post-pandémica y el auge de los modelos híbridos, el trabajar en entornos abiertos y de colaboración es lo más inteligente, sostenible y eficiente.

-¿Cómo ves la creatividad en la región?

-Aunque no ha sido una sorpresa, en este último año que he podido seguir más de cerca el trabajo creativo en la región me ha vuelto a enamorar el ingenio y, especialmente la lucidez con la que se abordan las campañas. Por suerte, en el continente americano tenemos un nivel impresionante, sin ningún tipo de complejo. Ideas, estrategias y campañas de talla mundial. Y, lo mejor de todo, es que ya no se reduce a unos pocos mercados donde el nivel creativo ha sido históricamente bueno como Argentina o Brasil. Dentro de mi papel como jurado en el Festival Internacional El Ojo de Iberoamérica he podido descubrir grandes campañas de múltiples mercados: Colombia, México, Perú, Chile… e incluso de mercados pequeños como El Salvador, Guatemala o Costa Rica. Me siento muy orgulloso de, en cierta medida, formar parte de ese movimiento creativo emergente que goza de una salud extraordinaria. Y, espero y deseo, que cada vez más marcas asuman los riesgos de afrontar con creatividad y estrategia divergente sus problemas de comunicación.

-¿Cómo está conformado el equipo de la agencia y como se integran las diferentes oficinas?

-En IM+C siempre hemos apostado por un crecimiento sostenible. Esto no se trata de entrar en un mercado aporreando la puerta. O, al menos, no es como nosotros queremos hacerlo. No creemos en las estructuras sobredimensionadas que, ante cualquier obstáculo, deben reducirse debilitando el conocimiento, la solidez y el desempeño de la compañía. Preferimos crecer despacio pero con paso firme. En este año hemos reforzado nuestras oficinas en Barcelona y Madrid, hemos consolidado la oficina de El Salvador, y seguimos apostando por nuestros hub en Miami y Londres que nos permiten tener una perspectiva y rendimiento globales. De la misma forma, para acompañar y afianzar el desarrollo de la compañía en el mercado latinoamericano, hemos creado la IM+C Network, una red de agencias independientes en México, Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Costa Rica, que nos permiten dar un servicio de proximidad y contar con todo el conocimiento local de los mercados clave; y, a su vez, que nos permite operar de forma global en América, tanto hacia el conteniente como a nivel internacional.

-¿Cómo se están dando las sinergias de IM+C al tener presencia en todo el continente?

-En este sentido, como decía, la IM+C Network está resultando clave. La idea de la red es poder operar desde global hacia local, y desde local hacia global. Y, para ello, hemos puesto los recursos necesarios para que esas sinergias sean constantes y, sobre todo, útiles. Nuestro modelo de integración internacional es real y no teórico. Trabajamos y disponemos de los recursos a nivel global, desde nuestro hub principal en Barcelona hacia cada una de las diferentes oficinas, y viceversa. Hemos sentado las bases que nos permiten detectar oportunidades en cada uno de los mercados ya sea a nivel local o regional, y ofrecer la mejor respuesta con los recursos que disponemos en la compañía. Un cliente en El Salvador cuenta con su equipo y con el respaldo de todo el conocimiento global que hay detrás de los equipos que tenemos en Europa y en las diferentes oficinas. Estamos en permanente comunicación y hemos habilitado las herramientas correctas para saber cómo y desde dónde damos la mejor respuesta para nuestros clientes. El servicio, la estrategia y la innovación lo son todo. Es lo que nos diferencia. Y nuestro modelo de integración está orientado a sacar el máximo partido de los recursos que tenemos en el continente.

-¿Con que clientes están trabajando y que nos podes comentar sobre proyectos próximos o actuales que quieras compartir?

-Este año ha sido especialmente positivo en la región. Seguimos trabajando el desarrollo internacional de la marca Surf City El Salvador, unos de los pilares del país en su afán por construir un modelo turístico de valor. Estamos ayudando a clientes como la Universidad Gerardo Barrios y Café Pacas en sus procesos de refrescamiento de marca. Proyectos realmente interesantes porque implican agitar los cimientos estratégicos de las marcas. Estamos también iniciando ya nuestro trabajo de cara a la próxima Expo Universal de Osaka 2025 donde, tras la gran experiencia de desarrollar íntegramente el pabellón de El Salvador en la pasada Expo de Dubai por el que fuimos premiados con el galardón de Mejor Pabellón Asistido de la Expo, esperamos poder llevar a cabo algunas ideas de lo más innovadoras. Pronto podremos contar más. Y, por supuesto, queremos seguir desarrollando algunos proyectos basados en Voice Marketing y Metaverso que tenemos muy avanzados con marcas regionales.

-¿Cuál cree que es el impacto de la publicidad y de las marcas hoy en la sociedad? ¿Cuál es la importancia y relevancia de un propósito social para las marcas?

-La publicidad es parte inherente de nuestra cultura. Representamos a una industria con impacto directo ya no sólo en las economías, sino que también en la cultura popular y en las convenciones sociales. Lo queramos o no, somos co-creadores de un imaginario colectivo, y tenemos trascendencia permeable en las construcciones sociales tanto pasajeras como permanentes. Eso, a mi juicio, supone una gran responsabilidad. Tanto para las agencias como para las marcas. No se trata ya solamente de intentar ser marcas sostenibles, éticas e inclusivas. Sino de ser marcas socialmente relevantes. Una marca con trascendencia social es una marca con alma. Una marca que sentimos como propia. Por tanto, creo que es un ejercicio de beneficio mutuo. De las marcas hacia la sociedad para ayudar a construir a través de sus paradigmas un mundo más íntegro, un mundo mejor. Y, a su vez, de la sociedad hacia las marcas ya que se reconoce y se desarrolla un sentimiento positivo cada más vez hacia las marcas que realmente forman parte activa, honesta e importante de nuestra vida. Apostar y fomentar la trascendencia social es clave, en tanto que nos hará una industria fuerte y arraigada. Pero debemos ser cautos de cómo usamos ese gran poder. En IM+C también somos pioneros en tomar medidas concretas en nuestra propia casa. Somos una compañía con conciencia ecológica, sostenible y social. Como equipo, compartimos esos valores y queremos ser parte activa de la solución, empezando por nuestro entorno más cercano. Es un valor innegociable, es la forma cómo entendemos el mundo que nos rodea.

-¿Cómo la nueva normalidad impactó a las marcas y su relación con los clientes?

-Desde la perspectiva de comunicación la pandemia fue una gran oportunidad para las marcas para relacionarse de otra forma con sus públicos, más allá de sus intereses comerciales. Muchas marcas descubrieron que hay formas más interesantes de acercarse a sus clientes. Aprendieron a entenderlos y a escucharlos mejor. Y, también, a intentar jugar un papel más sustancial en sus vidas. Algunas marcas con mercados muy cautivos perdieron terreno ante marcas que supieron hablar mejor a sus consumidores. Obviamente ha habido marcas que en la nueva normalidad han vuelto a su cauce de comunicación rígida y unilateral. Pero muchas de ellas han seguido con un modelo de comunicación más líquido y dinámico. Las compañías, incluso las tradicionales, han profundizado su apuesta por el e-commerce, intentando ofrecer mejores servicios, ser más rápidos, más ágiles y resilientes. Y esas marcas han salido reforzadas, en lo emocional y, también, en lo netamente comercial.

-¿Cómo vislumbras que será el 2023 y que objetivos tenes?

-Sin duda, 2023 va a ser otro año apasionante. Queremos seguir consolidando IM+C dentro del mercado americano, asentando nuestro modelo de valor y creciendo sosteniblemente a la par que nuestros clientes. Los expertos hablan de cierta recesión económica en 2023 por múltiples factores, pero honestamente creo que en épocas de incertidumbre, aquellas marcas que sepan leer el momento y capitalizar las oportunidades hacia su propio beneficio se verán recompensadas. En 2023 también esperamos consolidar el capítulo de reciente creación de la IAA LATAM (International Advertising Association) que estamos impulsando desde IM+C con el objetivo de convertir a esta Asociación Profesional en un referente del networking, el conocimiento y las buenas prácticas de nuestro sector en la región. Es otro proyecto ambicioso, que con el liderazgo de nuestro CEO Alber Fernández, y con el esfuerzo de un grupo inicial de miembros directivos queremos llevar durante este próximo año hasta una posición de relevancia en la región. Desde mi posición como VP Strategy me gustaría aportar mi pequeño grano de arena desde mi experiencia y, especialmente, desde mi visión de un sector honesto, transparente, con espíritu crítico y, sobre todo, unido.