“Nuestra idea vino de un problema real: mucha gente es renuente a ser donante de órganos por sus perspectivas religiosas. Con es información, realizamos una investigación intensiva en diferentes religiones sobre su punto de vista sobre lo que pasa después de la muerte. El hecho es que, en casi todas, lo que pasa más allá de la vida solo está relacionado con el alma, un nuevo cuerpo, una nueva vida. Por eso desarrollamos una campaña tratando de abordar de manera integral y con respeto los diferentes puntos de vista del tema, desde las perspectivas místicas hasta las más escépticas, mostrando que todo el mundo, sin importa cuán diferentes puedan ser sus creencias, pueden ser donantes de órganos,” explicó Estêvão Queiroga, redactor de DDB Brasil.
Una de las mayores preguntas de la humanidad: “¿Dónde vamos cuando morimos?”, es explorada en este spot 100% animado. Su narrativa explora un alma siguiendo algunos pasos predeterminados para varias religiones después que el cuerpo muere. Presentando algunos destinos alternativos, el film termina con un mensaje que dice que sin importar las creencias, y sea lo que sea que pueda pasar a nuestra alma, todos podemos ser donantes de órganos.
“Dado que estamos dirigiéndonos a creencias muy diferentes, decidimos hacer un film de animación. Este método permite que la gente esté más preparada para entrar en un mundo de sueños, sin preocuparse sobre la realidad y, desde ahí, podemos transmitir nuestro mensaje. En la dirección de the arte, que no estaba atada a ningún lenguaje religioso específico, usamos un fondo negro representando la muerte, mientras todas las posibilidades de almas son iluminadas. Este fue un trabajo diario intenso, desarrollado a lo largo de dos meses, estábamos totalmente involucrados en cada detalle con Ink Animações, el productor de animación y Fábrica Sonora, el productor de la banda de sonido”, agregó el Director de Arte Daniel Ottoni.