Lógica, talento y ambición. Tres palabras claves en la historia de esta agencia que cumple diez años y que se consagró dos veces como la Mejor de Iberoamérica en El Ojo.
Con el objetivo de estar siempre entre las primeras, Del Campo Nazca S&S se para en el mercado argentino y mundial con una clara vocación por la excelencia lo que le permite cosechar cuentas, premios y prestigio. "Lo que más valoro es la permanencia, el estar varios años en los primeros lugares", asegura Pablo Del Campo, CEO de la compañía. Concreto, claro y simple, en esta entrevista, quien se inciara allá por 1989 en Casares Grey, muestra por qué su agencia se mantiene durante años entre las líderes.
Basta con llegar hasta los studs reciclados en la localidad de Martínez, en Buenos Aires, donde tiene sus oficinas, recorrer la agencia, hablar con su presidente para tener en mente la expresión: "Ah, claro". Un conjunto de elementos son los que explican por qué esta agencia con vocación internacional se mantiene siempre en los puestos más altos con trabajo para el mercado local, regional y para el mundo.
Sus premios en Clio y sus incontables leones en Cannes, demuestran el nivel de la agencia.
Protagonista de uno de los mercados publicitarios más competitivos, varios son los factores que hacen de Del Campo Nazca Saatchi & Saatchi una agencia exitosa. Primero, Del Campo es una agencia que claramente está construida sobre la lógica, una estructura medida, pensada, que la sostiene y desde la que se mueve por diferentes caminos que nunca están librados al azar. Todo está pensado, bien pensado, y en ese contexto la posibilidad de proyectar se hace mucho más sencilla.
Segundo, el talento, que está presente y es un valuarte indiscutido de la agencia. Desde su presidente: que en sus inicios se destacó en el mercado local, ya en tiempos de Casares Grey, trabajando en conjunto con Hugo Casares, una de las personalidades más influyentes de la publicidad argentina y con Fernando Vega Olmos, en ese tiempo en la dirección creativa de esa agencia; luego en 1995 en la dirección general creativa de Lautrec Nazca Saatchi & Saatchi, tres años más tarde en Young & Rubicam y finalmente, a principios de 2000, en su propia agencia en sociedad con Saatchi con la que sumó numerosos reconocimientos en los festivales internacionales más importantes.
Tercero, la ambición, como reconoce el mismo Del Campo: "soy muy ambicioso". Y lejos de traer connotaciones negativas, este término también sirve como explicación de por qué la agencia tiene cuentas importantes, un trabajo que se destaca en la tanda y premios, muchos premios. "Creo que estamos en un momento de madurez, pero lo que a mi me gusta es sentir que el techo todavía está muy alto", señaló.
Quizás en el mercado argentino, existan contados casos en los que se pueda captar clara y sencillamente los móviles que hacen funcionar a una agencia y la dirigen hacia el futuro. Las idas y venidas cíclicas y típicas del mercado, no parecen tocar ni de cerca la escencia de Del Campo, que después de pasar por varias situaciones como la salida de uno de sus socios, su director general creativo, directores creativos y recientemente su gerente general, se mantuvo constante entre las mejores. De hablar pausado, reflexivo y sin rodeos, el carácter de su CEO se traslada a las formas de su empresa. "Soy bastante cuidadoso en el sentido de entender cuál es la realidad y el marco en el cual trabajo. Porque si bien me encanta ubicarme como una agencia global, independientemente de una agencia argentina, creo que no se puede tapar el sol con la mano. Trabajo en Argentina y vivo en Argentina, que es lo que elijo, me parece bien y me gusta, pero entiendo las reglas. Cada decisión hay que pensarla muchas veces, inclusive nos volvimos bastante exigentes con los clientes que tomamos".
Por todo eso, Del Campo Nazca S&S, ¡Feliz cumpleaños!