El mundo tiene un problema de comunicación. Gracias a la tecnología, nunca ha sido tan fácil entrar en contacto con otras personas. Pero aún así, nunca hemos sido tan cerrados cuando se trata de nuestras propias opiniones.

Todo es ofensivo, todo polariza. Desde las cuestiones raciales a la religión, desde la política al fútbol. No hay empatía por las nuevas ideas

En nuestra película, dos movimientos icónicos sirven de sátira de nuestra sociedad actual. Pero la Navidad es el momento perfecto para volvernos más humanos. Y si hay una cualidad que nos hace humanos, es la capacidad de abrir nuestros corazones a otras formas de pensar.

Con un arreglo basado en la banda sonora compuesta hace más de 100 años por el compositor ucraniano Mykola Leontovych, MEO se sitúa del lado de la libertad de expresión. Un valor fundamental de todos nosotros.

HO HO HO o NO NO NO. Que nuestro derecho a la diferencia nunca marque la diferencia.