Alejandro Di Trolio, European Creative Chairman de Cheil Worldwide y Executive Creative Director de Cheil Spain, presentó en El Ojo de Iberoamérica 2025, que se desarrolla el 12, 13 y 14 de noviembre en el Centro de Convenciones de La Rural de Palermo, en Buenos Aires, una conferencia que buscó responder la desafiante pregunta que le dio título: "¿Existe algo más humano que un algoritmo?".
A partir de casos concretos, “Ditro” realizó una reflexión contundente sobre el potencial transformador de la inteligencia artificial en manos de la creatividad latina, más allá del temor la incertidumbre y la sensación de que nos controla en todo momento que tenemos todos en la era actual.
Luego de presentar un breve video en el que Hal 9000, la inteligencia artificial que conducía la nave de “2001 Odisea en el Espacio” decía que iba a controlar todo -incluídas las emociones-, lanzó una idea para desmitificar un poco ese peligro que anticipaba Stanley Kubrick con su joya cinematográfica de principios de los 60, adelantándose a su tiempo e imaginando un mundo que hoy sentimos -y experimentamos- como muy real.
"El algoritmo es lo único que podemos controlar. Nosotros no somos Corea, no somos Japón, no somos Alemania. Somos personas (latinas) que están tratando de encontrar un camino. Y el algoritmo es ese camino", afirmó Di trolio desafiando la falta de presupuesto y desarrollo tecnológico de la región y a la la cultura del miedo tecnológico que, según él, empezó a instalarse desde los años 60.
El creativo, que lleva más de 20 años liderando equipos multidisciplinarios enfocados en nuevas formas disruptivas de conectar con el público y en 2025 preside el jurado de El Ojo Digital & Social 2025, estableció un paralelismo entre HAL 9000 —la inteligencia artificial de Kubrick— y la realidad actual en general, y de las agencias de publicidad.
"Cuando vi esa película nunca pensé que esas máquinas iban a estar en mi agencia, y nunca pensé que podían quitarme el empleo. Pero es lo que estamos viviendo", señaló, reconociendo la angustia generalizada de la industria ante el avance de la IA.
Sin embargo, su propuesta fue radicalmente opuesta a la idea del control total de Kubrick y la IA que nos hace -y quita- el trabajo. Ditro planteó que el algoritmo representa "un lienzo en blanco perfecto para hacer una revolución", especialmente para los creativos latinoamericanos que no cuentan con grandes presupuestos de hardware ni infraestructura industrial, pero sí con acceso a desarrolladores y software.
“El algoritmo es nuestro Caballo de Troya para hacer una revolución, en el sentido de que podemos controlarla y usarla como una herramienta formidable. Quie se puede usar para hacer el mal, sí. Pero también para el bien”, aseguró.
Y siguió: "Solamente necesitas desarrolladores para poder hacer un cambio. No necesitas hardware, no necesitas industrias, no necesitas grandes presupuestos", enfatizó.
Inspirado en el discurso de Bruce Lee sobre la fluidez del agua y una conocida campaña que hizo foco en su teoría, Di Trolio propuso tres "hacks" fundamentales para convertir la tecnología en una herramienta de cambio social: primero, entender que el algoritmo es invisible, tangible y poderoso —"como lo que hacía Matrix", señaló—; segundo, aprovechar la basura tecnológica existente en lugar de crear nuevos dispositivos; y tercero, fusionar hardware y software como "alma y cuerpo".
Impulse: democratizando la terapia del habla
El primer caso presentado fue Impulse, una solución para personas con discapacidad del habla que utiliza el Galaxy Watch de Samsung. Ganador del Gran Ojo de Salud & Pharma 2024, este proyecto surgió de una investigación que reveló que durante décadas no se había innovado en tratamientos para la tartamudez.
"El metrónomo, era lo que se usaba desde hace 200 años para tratar la discapacidad del habla. Nadie había hecho nada de tecnología, a nadie le importaba", explicó. La aplicación desarrollada con su equipo creativo para Samsung utiliza Natural Language Processing para dividir oraciones con inteligencia artificial y convertirlas en vibraciones rítmicas en el smartwatch de la marca coreana, reemplazando las costosas terapias presenciales que llegaban a costar 60 euros por sesión.
Básicamente, con la app en su el reloj digital, una persona con tartamudez puede pensar lo que quiere decir para que el dispositivo lo capte, con IA lo sequence y lo reproduzca de corrido. El resultado fue muy efectivo. Y además de cumplir con el propósito -muy humano- de cambiarles la vida a cientos de personas con dificultades en el habla, tuvo un impacto comercial notable: en Dallas y Washington, las ventas de Samsung subieron 25% con esta campaña, frente al 10% que generaban campañas tradicionales de agencias internacionales. Creatividad latina, desde España, para una compañía coreana.
Unfear: autismo sin ruidos ni miedo
El segundo “hack” que presentó fue Unfear, desarrollado en 2022 para personas con autismo que sufren ataques de pánico por hipersensibilidad auditiva. Di Troilo, que acumula más de 400 premios internacionales incluyendo tres Grandes Ojos y 13 metales en Cannes, explicó que la solución consistió en "hackear" la tecnología de noise cancellation existente para crear un algoritmo que regula automáticamente los sonidos antes de que lleguen al usuario.
Consagrado con el Gran Ojo Innovación y el Gran Ojo Digital & Social 2023, el proyecto incluyó una prueba extrema con un joven usuario con autismo durante las Fallas de Valencia, una de las fiestas populares más ruidosas de España. En pantalla, el público que colmaba el auditorio y aplaudió luego de cada casa presentado, pudo ver la emocionante reacción de un adolescente que, finalmente, pudo integrarse a una fiesta en las calles sin miedos. Conmovedor.
Ditro contó que la aplicación luego se expandió como "Anuis", para unas 300 mil personas con hipersensibilidad auditiva, que con simples auriculares y un celular, pudieron regular el volumen general de los sonidos (y el ruido) a su alrededor. Nuevamente, la app tuvo récord de ventas en España y Portugal al combinar propósito social con utilidad comercial.
The Mind Guardian: gamificación para detectar Alzheimer
El tercer caso (o hack de lo existente), The Mind Guardian, representa la evolución más ambiciosa: un videojuego que detecta signos tempranos de Alzheimer con 97% de precisión en personas de 55 a 65 años.
"Mi madre está todo el día conectada al Candy Crush. Dijimos, vamos a aprovechar ese tiempo libre de las personas y a transformarlo en algo que tenga un algoritmo que permita saber si tienes Alzheimer o no", explicó Di Trolio sobre la génesis del proyecto.
La aplicación recrea una ciudad virtual que los “gamers” recorren en una experiencia inmersiva, mientras la inteligencia artificial analiza cada paso del jugador para generar un diagnóstico científico, eliminando la barrera de los tests tradicionales que -según investigaron- el 62% de las personas elude por estigma o temor.
"Tengo tres ejemplos que muestran que el algoritmo sí puede transformar las cosas. Sí se puede hacer con marca. Sí se puede hacer con creatividad latina. Sí se puede hacer con poco presupuesto, Son muchos sí", sintetizó el conferencista, para dar respuesta a la pregunta que dio título a su exposición.
Y si, efectivamente, un algoritmo puede ser muy humano, Ditro planteó en su cierre una reflexión que resonó en el auditorio: "Si nosotros hemos creado un algoritmo, si nosotros somos los humanos que lo hemos creado, nuestra misión es que también ese algoritmo vuelva a ser human centric, algo que desafortunadamente se nos ha olvidado", propuso.