DLB Colombia es parte de DLB GroupWorldwide, una red independiente con oficinas en Norte América, Latinoamérica, Europa y Asia, y ya podemos disfrutar de la oficina de DLB Italia, en Milán, y la consolidación de DLB Corea del Sur, en Seúl. En este caso, DLB Colombia sigue siendo un apoyo creativo grande a las otras oficinas de la red, aunque cada oficina tiene sus equipos fuertes y consolidados. Con respecto a la sede colombiana, me parece muy relevante mencionar que es muy halagador que la mayoría de nuestro portfolio es de marcas globales, que están alineadas con agencias multinacionales y que decidieron hacer la excepción y designar sus negocios a una agencia local. Hasta ahora, DLB Colombia ha tenido un crecimiento dentro de sus clientes del 11%, factor que demuestra que la mejor estrategia de new business es hacer un trabajo que genere resultados positivos para nuestros clientes. Para este segundo semestre, tendremos nuevas oficinas donde finalmente podremos desarrollar todas las disciplinas juntas.
Fuera de lo particular, Colombia tuvo elecciones este año y un poco más de la mitad del país, más allá de haber votado por Juan Manuel Santos, votó por la paz negociada. Aún así, hay muchos colombianos que no se resignan a dejar de vivir en un eterno conflicto armado. Falta un proceso importantísimo para que se logre la tan anhelada paz y, también, que la mayoría de los colombianos le demos el visto bueno a los puntos acordados entre la guerrilla y el gobierno, que hasta el día de hoy sigue siendo un misterio y motivo de polarización. En este sentido, la selección nos demostró algo milagroso: que los colombianos sí podemos convivir unidos, sin importar clases sociales, diferencias de partidos políticos, cuando compartimos un sentimiento de querer triunfar y demostrarle al mundo de lo que hoy somos capaces. Y de lo orgullosos que nos sentimos de la gente talentosa que le da reputación y fama positiva a Colombia.
En términos de marcas, las que más relevancia están tomando, son las que dejaron de ser sólo un mensaje de bien público para migrar a mensajes de marcas comerciales. También se ve una tendencia de las grandes compañías que no necesariamente están hablando de sus beneficios, sino de como pueden beneficiar a gente a través de actividades con sus productos. Como la gente ha respondido a esto, seguro se mantendrá por un buen tiempo. Además, ahora más personas tienen capacidad adquisitiva para acceder a experiencias, productos, tecnología inimaginables. Hay un impresionante aumento de la población al acceso de información y contenidos globales. Y aunque el mundo cambió para siempre con las nuevas tecnologías, no cambia el reto creativo, que al final sigue siendo la búsqueda de cómo abordar temas e ideas como nunca nadie las ha dicho, pero ahora, en más puntos de contacto.
Por último, no quiero dejar de mencionar que cada agencia colombiana funciona como una escuela y entre más escuelas haya, mejor, porque nutren a toda la publicidad del país.Los resultados de eso se ven en el crecimiento consistente que tuvo Colombia en cuanto a calidad de los premios y agencias participantes en festivales. Lo único que me parece que hace falta es que las piezas que ganan se vean más, que le lleguen a más personas, que tengan más acceso a la gente del común y que las disfruten y les impacte en su vida cotidiana. La publicidad colombiana debería convertirse en otro motivo de orgullo nacional, como sucede en Argentina y Brasil.