Para promocionar la tecnología, DM9 contrató a influencers y les envió botellas de agua con sabor a pollo, cebolla y pescado. Luego publicarán testimonios en las redes sociales diciendo que no corren el riesgo de tener agua así, ya que tienen un frigorífico con el filtro de la marca.

"Utilizamos el diseño y la elegancia del universo del agua aromatizada para representar la falta de tecnología de Brastemp", explica Laura Esteves, vicepresidenta creativa de DM9.

"Todo el mundo, en algún momento de su vida, ha experimentado la famosa (y mala) agua aromatizada de la nevera. A partir de este dato, hicimos una broma y, tras causar revuelo, les hablamos de la nueva función. El objetivo no es sólo ofrecer una nueva tecnología, sino mostrar cómo influye en la vida del consumidor de forma relevante", afirma Bertha Fernandes, directora de marca y comunicación de Whirlpool.

La activación es una ramificación de la campaña "Abrir un Brastemp es abrir la cabeza".