¿Se puede aprender a liderar? Nosotras creemos que sí, si así te lo proponés.
Hay mucho escrito y dicho sobre liderazgo. Si buscás en Google podés encontrarte con los 6, los 8, los 10 modelos de liderazgo del momento. Aunque, si nos preguntan a nosotras, vamos a decir que hay tantos modelos como personas que lideran. Y que cada una de esas personas, si lo hacen bien, ejercen su liderazgo de manera diferente según la circunstancia, equipo o proyecto que les toque liderar.
¿Liderar tiene que ver con el talento? No necesariamente. Si bien hay gente que tiene habilidades naturales para liderar, como la empatía, la buena escucha o la flexibilidad, todo esto puede entrenarse y desarrollarse perfectamente y sumarse a otros skills que son más innatos.
¿Y es lo mismo liderar en una empresa de cualquier naturaleza que en una agencia creativa? En muchos aspectos SI, definitivamente. Aunque hay otros que sólo conocemos quienes nos desarrollamos en esta industria.
El Programa de Dirección Creativa de M. AD School of Ideas se creó para personas que, sin distinción de género, ejercen roles de liderazgo en la actualidad, o tienen potencial de hacerlo en el corto o mediano plazo. Porque no es lo mismo hacer creatividad que dirigir un equipo creativo.
¿Cambia el estilo de liderazgo según sos varón o mujer? No, en lo más mínimo. Porque, como decíamos al principio, depende de las personas y no de su género.
¿Entonces por qué hay tan poca proporción de mujeres en puestos de liderazgo? Creemos que hay dos variables que influyen de manera directa:
Falta de referentes femeninos en la Creatividad: al igual que pasa en tantas otras industrias (Tecnología es el caso más paradigmático) cuando las mujeres arrancamos nuestra carrera publicitaria -sobre todo en las agencias grandes- y miramos hacia arriba, no vemos muchas mujeres. Y aunque nadie lo diga en voz alta, se crea el imaginario de “si no hay mujeres será que no es para nosotras”. Entonces aprendemos todo lo que podemos, dejamos todo en la cancha y, en algún momento “decidimos” que es mejor independizarse o ir a trabajar a otro tipo de estructuras. ¿Esto es una decisión real o una construcción cultural? Como esa creencia que dice que las mujeres somos “mejores cuidadoras” (¿desde cuándo una mujer tiene mejores habilidades para planchar que un varón?). Permitámonos dudarlo.
Y acá se empieza a generar otra confusión: como las mujeres “no quieren” crecer en sus carreras, tampoco se les abren muchas oportunidades. Lo que nos da pie para hablar de la segunda variable, que son un poco como el huevo y la gallina, difícil saber cuál llegó primero…
Falta de mentoreo: Si estamos de acuerdo en que el talento no tiene género, es cuestión de abrir oportunidades. Sacudirnos un poco los sesgos y no asumir que las mujeres no quieren más responsabilidad o más desafíos. Generar acciones afirmativas y empujar hacia arriba: darle la oportunidad de ascender a esa chica que le brillan los ojitos cuando le llega un buen brief, pedirle a la Copy Sr. que presente ella ante el cliente o que represente a la agencia en el jurado de tal o cual festival en vez del DC (que sabemos que lo hace de taco porque hace rato que lo viene haciendo) para empezar a foguearla. Si hay algo que sabemos en la publicidad, que tanto tiene de oficio, es que se aprende HACIENDO. Y no olvidarnos de capacitar, siempre capacitar.
Lo importante de tener mujeres en áreas de liderazgo es que se suman nuevas voces y otros puntos de vista. Aportar diversidad en la mesa chica siempre abre nuevas conversaciones.
FOTO: Florencia Luque y Myriam Mihkelson.
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