El Olimpo de los dioses
(17/05/07). Como la mitología grecorromana, los grandes eventos deportivos contienen todos los ingredientes para una buena historia. Varios editores de fotografía leen entre líneas en esta nota de la revista Edit, de Getty Images.
Esta nota y las fotos que la acompañan forman parte de la revista Edit, de Getty Images.
Dos grandes citas marcan el calendario deportivo este año: los Juegos Olímpicos de Invierno en Turín y la Copa del Mundo de Fútbol en Alemania. “En todo acontecimiento deportivo hay grandes momentos que quedan grabados en la memoria de la gente”, asegura Steve Rose, director gerente de Fotografía de Getty Images.
El Mundial de Fútbol tiene tal repercusión que la “fotografía de un jugador levantando el trofeo aparecerá en miles de periódicos de todo el mundo y será la imagen deportiva más importante de 2006”, adelanta Rose.
En estos eventos, que van más allá de la mera competición deportiva, no faltan el perdedor desvalido, la anécdota, los hinchas y la política. Tampoco faltan las incidencias en los vestuarios, las lesiones de los deportistas, los conflictos internos de los equipos, los entrenadores en pie de guerra, los escándalos…“Estas historias -asegura Rose-, son tan importantes como todo lo demás”.
Pero las grandes imágenes deportivas son las que cuentan historias universales. Como los mitos griegos, hablan de dioses y de villanos, de justos castigos y de redención. En las próximas páginas, directores y editores fotográficos revelan el profundo simbolismo de algunas extraordinarias imágenes deportivas.
En los vestuarios: guerra y paz
Por Jim Surber, Editor adjunto de Fotografía de ESPN The Magazine NY.
San Diego, California – 25 de septiembre de 2005. El quarterback o estratega Eli Manning y el resto del equipo de los Gigantes de Nueva York se preparan para salir al campo contra los Chargers de San Diego, en el estadio Qualcomm de esta ciudad (Foto1).
Da la impresión de que Eli Manning está muy protegido por su equipo, de que éste está muy unido. Llama la atención la tranquilidad que respira la imagen, que tal vez se deba a la luz de la toma. Sin embargo, fue un momento cargado de tensión. Manning, que se había negado a jugar con los Chargers de San Diego a pesar de los compromisos adquiridos, estaba a punto de poner los pies en un campo donde no quiso jugar. Los Gigantes le recibieron bien, pero los fans del San Diego lo odian.
La luz, estupenda, comunica tensión: es el momento antes de la batalla, el único instante en que Manning está a salvo. Es como una escena de una película de la II Guerra Mundial. Están en una lancha a punto de desembarcar en Normandía, hacinados y silenciosos, cuando las puertas se abren y entra la luz…
Palabras clave: calma antes de la tempestad, seguridad, claustrofobia, adrenalina
Victoria y derrota: el elegido
Por John Mulholland, Subdirector del The Observer Londres.
Pasadena Rose Bowl, Los Ángeles, California – 17 de julio de 1994. El portero brasileño Claudio Taffarel celebra la victoria después de que el italiano Roberto Baggio fallara el penalti decisivo en la final de la Copa Mundial de Fútbol. Brasil ganó el partido en penales por 3-2 (Foto 2).
Lo que más me impresiona es la soledad y la tranquilidad de Baggio. El árbitro, el portero, los encargados de seguridad y los fotógrafos despliegan diferentes poses, pero el hombre en el ojo del huracán está inmóvil. Está momentáneamente fuera de juego, sin involucrarse en el teatro que le rodea.
El jugador paga el precio de fallar un penalti, un precio que muchos no pueden permitirse. La fama y el conocido estoicismo de Baggio no hacen sino añadir más morbo. Si Italia hubiese podido nombrar a alguien para cargar con esa cruz, seguramente habría elegido a Baggio.
El portero, con los brazos al aire, parece como si estuviera interpretando un papel de otra obra. ¿Cómo puede estar junto a la imagen doliente de Baggio y mostrar una alegría desatada? ¿Cómo puede el éxtasis más exultante estar tan cerca físicamente del dolor y del tormento? En ese instante en que le observan millones de ojos, Baggio está desesperadamente solo. El destino le ha elegido para interpretar el papel central en esta tragedia. Y lo interpreta brillantemente.
Palabras clave: Soledad, Destino, Dios
Genio deportivo, instinto asesino
Por Juan Manuel Bueno Chisvert, Redactor jefe de Edición Fotográfica del Diario Marca de Madrid.
Barcelona – 13 de junio de 1982. El argentino Diego Maradona planta cara a un grupo de defensas belgas en el partido inaugural de la Copa del Mundo de Fútbol de 1982, donde Bélgica ganó por 1 a 0 (Foto 3).
Tomemos como referencia 'Los fusilamientos del 3 de mayo'. Cambiemos los fusiles por el balón, las caras de pánico de la población civil por los gestos de pavor de los jugadores belgas, y tendremos una copia casi exacta del cuadro de Goya. Tenemos al general, Maradona, con su mejor arma: la pelota cosida a la bota izquierda. ¡Qué curioso! Seis belgas contra un argentino y ninguno de los belgas corre hacia Maradona. Los belgas huyen. ¡Sálvese quien pueda! Unos se esconden detrás de los otros, cualquier cosa antes de morir a los pies del genio, lo que sea con tal de no quedar a merced del 10. ¿Instinto asesino o instinto de supervivencia? Según se mire.
Palabras clave: Dioses y mortales.
Fiebre deportiva: la enfermedad de los hinchas
Por Horst Fadel, Director de Edición Fotográfica de Bravo Sport, Colonia.
Seogwipo, República de Corea – 8 de junio de 2002. Los seguidores brasileños animan a su selección desde las gradas del estadio Jeju de Seogwipo, donde Brasil se enfrenta a China en el Campeonato Mundial de la FIFA de Corea y Japón. Brasil venció a China por 4-0 (Foto 4).
La locura y la fiebre colectiva se adueñan a menudo del estadio. Los seguidores se identifican completamente con su equipo, hasta el punto de que se pintan el rostro con los colores nacionales, como declarando: ‘Soy Brasil, soy Alemania, soy Italia’.
Los brasileños muestran su pasión futbolera con mucha desinhibición. Ningún otro país tiene tantas seguidoras femeninas. Durante el partido, no existe nada más. Son 90 minutos de gran fiesta, donde se olvida todo lo demás y se vive el juego. No hay mejor terapia que el fútbol… al menos para un seguidor.
Pálabras clave: locura transitoria, síntomas extraños, desnudar, sexo, audiencia masculina
Ética de equipo: rubios de bote
Por Stephen Petch, Director artístico de The Independent Magazine Londres.
St Denis, Francia – 24 de junio de 1998. Los jugadores rumanos, teñidos de rubio, permanecen en fila antes del partido contra Túnez, en el Estadio de Francia, en el marco del Mundial de Fútbol. El partido terminó en empate a 1 (Foto 5).
Llama la atención la uniformidad, la fraternidad, el espantoso tinte que desentona con el amarillo y el rojo chillón del uniforme, el contraste con la complexión física de estos jugadores del sudeste de Europa… También hay un elemento cómico. ¿De quién fue la idea? ¿Lo habían planeado o surgió después de una borrachera conjunta la noche anterior?
¿Se imagina alguien a los italianos o los franceses, con su glamour, haciendo algo parecido? No lo creo. Hay un claro espíritu de equipo. Están diciendo: ‘Todos para uno y uno para todos’. Subordinar el estilo personal al interés del equipo es lo contrario del individualismo post-David Beckham del equipo inglés.
Puede incluso que haya un cierto elemento político en todo esto. ¿Hay algo en la cultura rumana que no deja lugar a la individualidad? Pero tal vez se tratara simplemente de una argucia para confundir al árbitro.
Palabras clave: Destino colectivo, camaradería, pintura de guerra, moda futbolera.