Generar arte al costado de la cancha puede resultar un buen acompañamiento para un deporte que de arte tiene mucho. Por eso McCann Erickson Argentina, la agencia liderada por Chavo D’Emilio y Papón Ricciarelli, pensó en idear una nueva campaña para MasterCard, ilustrando las paredes de una cancha de fútbol 5, con una serie de murales que apelan al público futbolero. Con “alma y lenguaje de potrero”, MasterCard amplía su presencia y llega tanto al Mundial, como a una cancha de fútbol de barrio. La propuesta genera un nuevo medio de comunicación que construye un espacio de vía pública donde antes no lo había. Para Aníbal Pérez Zarlenga, director de la cuenta, la campaña es la génesis de una plataforma que empieza con estos murales para apropiarse de la esencia del fútbol: “Así como en el “potrero” uno ve jugadas que en los estadios de primera se extrañan, lo mismo debería pasar con la publicidad en las canchas amateur. Hay que hacer publicidad con alma y lenguaje de potrero, desde el titular y desde el arte. Así fue que buscamos lugares que tuvieran paredones donde poder plasmar los murales con verdadera estética de fútbol amateur, de calle, cercana al pibe de entre 18 y 55 años que todas las semanas, pase lo que pase, se hace una hora para sacarse el traje.” Paredes Las piezas contaron con la Dirección General Creativa de Papón Ricciarelli y Chavo D'Emilio y han sido desarrolladas con las ilustraciones de Marcelo Brao quien también asumió la Dirección de Arte de la campaña, mientras que la redacción estuvo en manos de Martín Juárez. La coordinación corrió bajo la responsabilidad de Aníbal Pérez Zarlenga, director de la cuenta, junto a Guillermo Cicciari y Verónica Pallavicini. Gabriel Castro estuvo encargado de la producción y la supervisión por parte del cliente fue dirigida por Jorge Colombatti, Vicepresidente de Marketing de MasterCard Cono Sur. Durante este año McCann Argentina ha desarrollado para MasterCard, una serie de campañas que han multiplicado su vínculo con el fútbol y que ahora apuntan a estrecharlo junto al público. Según Pérez Zarlenga, “nos dimos cuenta que la presencia de las marcas en ese territorio (en que el fanático se expresa jugando) es realmente precaria. Las canchas de fútbol 5 básicamente copian lo que se ve en un estadio, con las mismas limitaciones pero con menos calidad. Cuando pensamos en estar presentes, nos ofrecieron esos mismos dispositivos que, para nuestra necesidad, no eran suficientes.”