Una idea simple pero poderosa que convierte la icónica botella de Corona en una herramienta natural para saber cuánto sol queda antes de que termine el atardecer.

Inspirada en una técnica antigua para medir el tiempo con la mano, Cerveza Corona, junto a el taier DDB Centro, rediseñaron sutilmente la botella para que, al alinearse con el horizonte, se pueda calcular el tiempo exacto que queda de luz en el día. Sin pantallas, sin apps... solo el sol y una Corona en la mano.

Con Suntimer, los Corona Sunsets se convirtieron en una oda real y tangible al atardecer, no importaba qué tan duro estaba la música, las distracciones o lo que sea que se estuviera haciendo; cada brindis era un recordatorio y una invitación inmediata para estar conscientes del tiempo que quedaba para buscar el spot perfecto y admirar el momento más épico del día.  

Con solo 14% de participación en el mercado local, Corona necesitaba más que calidad: necesitaba una conexión real, una experiencia que trajera a la vida su propósito y le diera relevancia a una de los assets de marca más poderosos, que, a su vez, es el momento de consumo insignia a nivel global.