¿Ganará o no? Esa era la pregunta que todos se hacían en la Argentina luego de ser nominada como candidata al Oscar a mejor película en lengua no inglesa la nacional "El secreto de sus ojos". Una expectativa que se convirtió en alegría cuando el director Pedro Almodóvar anunció que el premio iba efectivamente para la realización argentina.
Las mismas sensaciones vivieron en el Teatro Kodak de Los Angeles durante la ceremonia el director del filme, Juan José Campanella, y el actor Guillermo Francella, de labor tan destacada como sorprendente en la multipremiada producción. Y fue Campanella quien, muy emocionado, recibió el premio de manos de Almodóvar y de Quentin Tarantino, el gran realizador norteamericano que también presentó la nómina de candidatas al premio.
Campanella, conferencista de El Ojo de Iberoamérica 2007, subió al escenario junto a Francella y los productores. Una vez allí, notoriamente nervioso pronunció una serie de agradecimientos. El director inició sus palabras con una broma, agradeciendo a la Academia no haber considerado el "navi" -lengua inventada para la multipremiada película "Avatar"- como idioma extranjero y luego mencionó a los "productores, a Telefé" y a su esposa.
Desde Buenos Aires, en tanto, siguieron las alternativas de la entrega los otros actores que se reparten los papeles centrales de la película, entre ellas Ricardo Darín, Pablo Rago y Soledad Villamill, dijeron que seguirán la ceremonia de premiación por televisión dado que no pudieron viajar a Hollywood y tienen aquí diversos compromisos laborales.
El film, estrenado en Buenos Aires el 12 de agosto de 2009, cosechó diversos galardones, entre ellos el premio Goya a la Mejor Película Hispanoamericana en España y logró distinciones en Cannes, Berlin y el festival de Cine Latinoamericano de La Habana.
El largometraje que también marcó el regreso de Campanella a la dirección de cine competía por el Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos contra la película peruana "La teta asustada", la israelí "Ajami", la francesa "Un profeta" y la alemana "La cinta blanca".
La película de Campanella es el sexto film que Argentina presentó para competir por los Oscars y la segunda en obtenerlo. En 1985 ya lo había logrado "La historia oficial", la obra de Luis Puenzo, conferencista de El Ojo junto a Campanella, que narraba el caso de una niña apropiada por un matrimonio durante la dictadura militar.
Las otras realizaciones nacionales que compitieron por la estatuilla fueron "La Tregua" (1974, dirigida por Sergio Renán), "Camila" (1984, de María Luisa Bemberg), "Tango" (1988, de Carlos Saura) y "El hijo de la novia" (2001, también de Campanella).
"El secreto de sus ojos" se basa en la novela de Eduardo Sacheri "La pregunta de sus ojos", que cuenta la historia de Benjamín Espósito, un empleado judicial que se jubila y comienza a escribir una novela de un crimen del cual fue testigo en 1974.
En ese marco, relata la investigación para hallar al culpable, con la violencia política y la vida de los porteños durante la dictadura militar.
En el camino de la competencia por el Oscar el filme argentino es el que más premios recibió, aunque la alemana "La cinta blanca", ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y un Globo de Oro en Estados Unidos.
La israelí "Ajami", en tanto, obtuvo una mención en Cannes y la peruana "La teta asustada", de Claudia Llosa, y triunfó en Berlín donde ganó el Oso de Oro del cine alemán. "Un profeta", del francés Jacques Audiard, también fue galardonada en Cannes con el Gran Premio del Jurado.
El realizador de "El secreto de sus ojos" subió al escenario del Teatro Kodak junto al actor Guillermo Francella y los productores de la Argentina (Vanessa Ragone) y de España (Gerardo Herrero) a recibir la estatuilla. Allí agradeció "a la Academia por este reconocimiento" y dijo: "Vamos Argentina y un abrazo a los hermanos de Chile".
"Es en nombre de un equipo y un elenco de gente a la que quiero mucho que deseo agradecer a la Academia por este reconocimiento", dijo Campanella desde el estrado, visiblemente emocionado.
El cineasta cerró su discurso con un "gracias, gracias, muchas gracias", luego de nombrar a los productores y distribuidores que hicieron posible la película.
Campanella, al ganar el Oscar: "Vamos Argentina y un abrazo a los hermanos de Chile".
En Buenos Aires
Ricardo Darín y Soledad Villamil ofrecieron una conferencia de prensa minutos después de concluida la ceremonia de la 82a. entrega de premios Oscar.
Ambos llegaron al hotel Four Seasons minutos después de las 2 de la madrugada y no pudieron disimular su euforia. "Tengan en cuenta que la ceremonia fue muy larga y a esta altura estamos un poco copeteados", bromeó Darín, visiblemente contento.
"Fue milagroso. Porque no se si ustedes vieron las películas con las que competíamos. Vi las cuatro y la teníamos bastante brava. Las cuatro son muy buenas", explicó el actor, pero dijo que estaba esperanzado. "Cuando empecé a ver las otras películas empecé a ver que podíamos ganar. Le ofrecían a nuestra historia una brecha a través de la cual se puede contar una historia dura y áspera sin inhabilitar el humor y la cotidianeidad", aclaró.
"Cuando anunciaron el ganador dije ´no, no puede ser´ ", contó Soledad Villamil. "No lo podía creer", dijo todavía emocionada. "Al principio no tenía muchas expectativas, pero en las últimas semanas la gente nos empezó a dar optimismo y al último decía ´sí, podemos ganar´". El pálpito resultó certero, y tras mucho especular, los argentinos se llevaron el premio.
Reconocimiento a Campanella. Los dos actores pusieron especial énfasis en el trabajo del director de la película, a quien atribuyen todo el éxito de la misma. "El premio que le dieron a la película es el premio a Juan José Campanella. Es un director argentino que tiene dos nominaciones y un Oscar, lo que habla de su talento y del talento del cine argentino", expresó Villamil tras destacar que "esto repercute en la industria y en el cine nacional"."Tenemos que estar felices de que un tipo como él haya obtenido este premio", agregó Darín y reconoció del director el buen trato que tiene con los actores y con la gente que dirige: "El es un amante del cine y de los actores".
Tres hitos del cine en El Ojo 2007
Como parte de su conferencia en El Ojo de Iberoamérica 2007, Luís Puenzo, Pucho Mentasti y Juan José Campanella presentaron ante una sala llena la forma en la que ellos ven su tarea, junto a un análisis de la situación que viven los directores en la actualidad.
Consultados por Axel Kutchevasky (productor de El secreto...), mediador de la conferencia, acerca de la posibilidad de poner su impronta a los trabajos por encargo, los tres directores afirmaron que es posible. "Para eso te contratan", afirmó Mentasti.
En cuanto a su relación con el cine, Luís Puenzo confesó que ve menos películas en relación a otras épocas. "En los inicios de mi carrera, he llegado a ver 4 o 5 películas por día". Puenzo explicó que este fanatismo hacia el cine servía también como material de estudio, ya que tanto él como Mentasti se definieron como autodidactas.
Campanella, por su parte, aseguró que cursar una carrera le sirvió como un "gran atajo" a la hora de formarse como profesional. "Una buena escuela crea ambientes de cine, forma grupos". De todas formas, el director de "El Hijo de la Novia" confesó que es contraproducente para la formación del director "una escuela que te llena de prejuicios".
Sobre las diferencias entre distintos formatos para filmar, Pucho Mentasti explicó que, para él, "los comerciales son romances fugaces", mientras que una película contiene un cariño mucho más profundo. El formato que se mantiene al margen de todo dentro de estas afirmaciones es el videoclip.
Cuando se tocó el tópico de la crítica, los tres directores mostraron su descontento por el "filtro" por el que se pasa a las películas nacionales. "Nunca pasaré ese filtro, por lo que ya no me preocupa. Pero la crítica tiene el poder de dañar y matar una película independiente", afirmó Campanella.
Por último, a los directores se les pidió que una opinión relativa a la importancia de los premios. "Que se destaque algo tuyo está bueno porque te envalentona", confesó Mentasti. Puenzo, sobre este tema, comentó el caso de XXY, la película de su hija Lucía. "Si no ganaba nada en Cannes, estaba en los planes levantar el estreno".
Sin dejar temas sin tocar, los directores se despidieron del auditorio tras una hora y media de charla. Para sintetizar la relación entre publicidad y cine, Mentasti sentenció: "El ejercicio de pasar del género publicitario al cine es positivo. Espero que cuando finalmente salga mi largometraje les guste".