“Si es para festejar el golpe de 64, por favor, no compres Rio Carioca”. Con ese contundente mensaje la marca de cerveza Rio Carioca y la agencia 11:21 respondieron a la increíble propuesta del Presidente brasileño Jair Bolsonaro de que los militares festejaran en los cuarteles el aniversario del golpe militar de 1964, que significó el inicio de una etapa sombría en la historia de Brasil.
Fundada en 2015, la cerveza artesanal Rio Carioca suele publicar en sus redes sociales anuncios de 11:21 con humor sobre temas políticos y de actualidad de grande repercusión en el país. “Tenemos un acuerdo de disponibilidad mutua para aprobaciones casi inmediata de las piezas, lo que es una gran ventaja cuando trabajamos con marketing de oportunidad”, remarca Luiz Vieira, Socio Director de Rio Carioca, en entrevista al diario Folha de S.Paulo.
En ningún otro momento, luego del regreso de la democracia en Brasil, la fecha del aniversario del golpe encuentra al país bajo tanta tensión como ahora. Para los que tenemos memoria, las dictaduras, no solo la de Brasil sino la de todos los países de la región que la sufrieron, fue uno de los momentos más oscuros de Latinoamérica. Y ahora esta triste memoria se ve atacada, en un grotesco intento de fraguar la Historia, borrando todos los crímenes que fueron cometidos por los agentes del Estado, a nombre del Estado y financiados por el Estado. Sabemos que ese intento nunca dejó de existir, pero ahora está patrocinado como acto oficial de un gobierno elegido democráticamente- bajo reglas que las dictaduras suelen desconocer- lo que lo reviste de una gravedad institucional sin precedentes.
Las Fuerzas Armadas brasileñas no estaban autorizadas a celebrar el golpe de 1964 desde 2011, cuando la ex Presidenta Dilma Rousseff, ex guerrillera de izquierda, presa y torturada, ordenó que no se organizara ningún evento festejando la fecha.
En 2014, un informe de la llamada Comisión de la Verdad, instituida por una Lei de 2011, presentó evidencias de que el régimen militar de Brasil había asesinado o “desaparecido” a 434 disidentes políticos y torturado a más de 50 mil. El famoso escritor Paulo Coelho fue uno de los torturados. En un impresionante artículo, publicado en el diario estadounidense The Washington Post, el escritor brasileño más traducido a otros idiomas revela detalles de las sesiones de tortura a las que logró sobrevivir para contar. “Fui torturado por la Dictadura de Brasil. ¿Es eso que Jair Bolsonaro quiere celebrar?", se pregunta en el título.
Hubo reuniones secretas en los cuarteles, el domingo, según publicaron algunos matutinos brasileños. Un video, en defensa de la dictadura fue difundido por una lista de transmisión de una cuenta de whatsapp oficial del sector de prensa del gobierno Bolsonaro. Pero los brasileños también protestaron en las calles, el domingo pasado, en varias capitales brasileñas. Otra muestra, como la de la cerveza Rio Carioca, de que la sociedad brasileña no va a aceptar pasivamente que un Presidente sin memoria (o mal intencionado) pretenda reescribir la Historia con tinta de color sangre.