En España, la iniciativa cuenta con el respaldo de entidades como la Federación de Productores Españoles (PROA), los Productores Asociados de Televisiones de España (PATE), el Foro de Guionistas Audiovisuales (FAGA), la Asociación Española de Cine (Aecine), la Asociación de Directores (Acción), el sindicato de guionistas (Alma) y la asociación de Derechos de Autor de Medios Audiovisuales (DAMA).
El documento, difundido a través de Change.org, denuncia las amenazas que enfrentan el cine independiente y la producción audiovisual, especialmente por parte de gobiernos y grandes corporaciones que buscan eliminar regulaciones que protegen la diversidad cultural. En particular, se critica la intención del gobierno estadounidense de gravar las películas extranjeras, una medida que, según los firmantes, pone en peligro la libertad de expresión, el acceso a relatos locales y el desarrollo de una industria audiovisual plural.
La declaración reivindica el derecho de cada país a definir sus propias políticas culturales, salvaguardar la propiedad intelectual y garantizar que los beneficios económicos de las obras creativas lleguen a sus autores. Asimismo, alerta sobre los riesgos de restringir la circulación de contenidos independientes, lo que podría debilitar la democracia y el pluralismo.
Por ello, el texto hace un llamamiento a la comunidad internacional para que defienda un ecosistema audiovisual saludable, donde todas las voces -especialmente las de origen local- tengan la oportunidad de ser creadas, distribuidas y compartidas a nivel global. Además, subraya que proteger la diversidad cultural es fundamental no solo desde el punto de vista económico, sino también para la vitalidad democrática y el entendimiento entre culturas.